¿Hay que castrar al perro o llevarlo en el maletero del coche? Dudas sobre la nueva ley

La ley, en el ámbito de aplicación en La Rioja, dice, textualmente, que hay que «adoptar las medidas necesarias para evitar la reproducción incontrolada de los animales, de conformidad con lo dispuesto en la presente ley». Las asociaciones protectoras ya dan en adopción a perros y gatos esterilizados, precisamente, para evitar camadas indeseadas y provocar nuevos abandonos. La ley obliga ahora a que los perros, gatos y hurones sean esterilizados bajo control veterinario.

Hasta ahora, los seguros de responsabilidad civil solo eran obligatorios en los perros potencialmente peligros, pero la nueva ley elimina esa consideración. En cambio, obliga a todas las mascotas a tener seguro. Será obligatorio para los propietarios «contratar un seguro de responsabilidad civil en los casos reglamentariamente regulados».

Anteriormente a esta ley ya se había prohibido cortar las orejas y el rabo a los perros con fines estéticos. Hasta entonces era habitual en perros de caza, exhibición o de pelea, por estética o para evitar que fueron agarrados de esas extremidades. Ahora la medida va más allá ya que se prohibe «practicarles mutilaciones, extirparles las uñas, las cuerdas vocales u otras partes u órganos, excepto las precisas por necesidad terapéutica para garantizar su salud o para limitar o anular su capacidad reproductiva. Esta excepción no incluye las mutilaciones con fines exclusivamente estéticos».

Todos hemos visto a algún mendigo acompañado de un cachorro que incrementaba su imagen de vulnerabilidad. Ahora ya «queda prohibido ejercer la mendicidad valiéndose de ellos» y, también, «exhibirlos de forma ambulante como reclamo, en los locales de ocio o de diversión»

Hay quien ha decidido educar a sus animales con collares que desprenden una descarga eléctrica cuando no obedecen. También que cuentan con pinchos que se clavan y hacen daño, si no hacen caso. Son los llamados collares 'de castigo'. A partir de ahora también estará prohibido «usar pinchos, collares y otros similares que ahorquen o aparatos eléctricos que causen daños y sufrimientos a los animales».

La respuesta es no, si el espacio no está debidamente acondicionado para tal fin.