Autocrítica y unidad, pero ni hablar de crear una nueva OPA

Pero la marejada sigue ahí, con mensajes en las redes (luego desmentidos, aunque muestra evidente del descontento) animando a la creación de un nuevo sindicato que empiece desde cero. Sería una cuarta OPA para un sector que no deja de disminuir en número, pero sobre todo en rentabilidad.

Igor Fonseca, secretario general de ARAG-Asaja, reconoce que han sido «jornadas muy movidas» pero de las que se queda «con la satisfacción de la movilización». «Las peticiones actuales son las mismas que llevábamos en 2023, cuando salimos solos a la calle. Ahora, con una situación crítica, los agricultores han decidido protestar de forma espontánea y lo aplaudimos. A ver si la Administración toma nota», incide.

Desde UAGR, Roberto Ruiz-Clavijo también destaca que los temas que se han puesto sobre la mesa son en los que el sindicato «lleva trabajando años». «Pero es normal que los agricultores se impacienten. Ha llegado un momento en el que la situación resulta inaguantable», argumenta. Para él, las reivindicaciones de esta semana no solo son «lícitas» sino que UAGR las «apoya totalmente» y busca «seguir trabajando juntos», por eso se decidió aplazar la convocatoria del día 13. «Nosotros estamos haciendo autocrítica en ciertos aspectos, pero vamos a salir más fuertes», remacha Ruiz-Clavijo.

Néstor Alcolea (UPA) valora «el mérito de la unidad» en las convocatorias. «Son los nuestros, nuestros afiliados y amigos y hay que estar con ellos. Las OPA, para llegar a la unidad de acción, tenemos que renunciar a las diferencias de nuestras organizaciones. Pero el movimiento independiente lo ha conseguido. Aunque las personas y las razones sean las mismas, el tiempo no», resume.

Ritmos distintos, el de las organizaciones y los comités independientes, que también se ha sentido a la hora de convocar. Fonseca, Ruiz-Clavijo y Alcolea coinciden que, para ellos, convocar una tractorada supone peticiones a la Delegación, plazo de respuesta... Eso significa semanas de trámites, de ahí la fecha del 13 de febrero. Esos plazos se han dinamitado en las convocatorias de los días precedentes.

Ahora, desde las organizaciones agrarias se marca un objetivo: lograr respuestas. «Después de un éxito rotundo y del esfuerzo de tanta gente no cabe la indiferencia por parte de las Administraciones», resume Alcolea. «Se trata de un movimiento europeo (en Francia, en Alemania, en España...) y se tienen que dar cuenta en la Consejería, en el Ministerio y en la Unión Europea que estamos al borde del colapso», añade el secretario de organización de UPA.

«La situación tan crítica está por encima de las marcas y estamos al lado de nuestros socios, que están en las carreteras. Lo importante es canalizar las reivindicaciones y lograr soluciones a los gravísimos problemas del campo», analiza Fonseca. «Debemos mantener la línea de acción y conseguir respuestas», abunda Ruiz-Clavijo.

Las metas parecen claras: desburocratización, iguales obligaciones para los productos foráneos que para los de la UE, acabar con los incumplimientos de la Ley de la Cadena, afrontar las subidas de los costes de producción... Pero en los medios también se ha puesto el foco.

Y los medios, históricamente, han sido las organizaciones profesionales. Dentro del movimiento autogestionado se ha saltado esa tradicional herramienta y se ha comenzado a hablar de una nueva organización, de momento de manera informal. Pero el caldo de cultivo parece apropiado.

Y la idea disgusta profundamente a las OPA. «No puedo compartirla. Cada uno es libre de opinar sobre una nueva organización, pero no es el momento adecuado, debemos estar unidos», explica el coordinador sindical de UAGR.

Para el secretario general de ARAG-Asaja, «no es el momento de crear nuevas organizaciones, sino de dar salida a los problemas del sector, que es en lo que llevamos años trabajando, en ocasiones con resultados pequeños, pero hay que seguir porque el sector corre el riesgo de desaparecer en un horizonte nada lejano y la alimentación de los europeos dependería de países terceros».

Para Alcolea, «quien esté descontento, que actúe de manera coherente. En UPA tenemos la conciencia tranquila». «Ahora convivimos tres OPAs con matices muy distintos. Creo que lo que menos le hace falta al sector es añadir otro actor. Pedimos unidad, pero cada uno es libre», resume.

Todos coinciden en que las puertas están abiertas (UAGR, por ejemplo, el martes ha convocado una asamblea extraordinaria) para escuchar y mover ficha. Y recuerdan que los sindicatos son eso y no puramente gestorías. «Queremos que se acerquen porque en muchas ocasiones hemos echado en falta más implicación. Pero primero debemos ser autocríticos», concluye Alcolea.