HIPOTECA INVERSA

MARTÍN TORRES GAVIRIA

Lunes, 28 de mayo 2018, 00:29

FINANZAS... DE ANDAR POR CASA

T iempo atrás fue un alumno a visitar a su anciano profesor, un eminente filósofo. Al entrar en su domicilio se encontró con un cuarto pequeño lleno de libros, una mesa, una cama y una banqueta. El joven estudiante pensó: qué tristeza llegar a viejo y solo disponer de estas mínimas pertenencias.

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Eso es lo que piensan cada vez más y más españoles: ¡Qué tristeza llegar a viejo con estas pensiones! En realidad el importe de las pensiones está directamente relacionado con lo que cada uno haya aportado. Pero todo nos induce a pensar que cada vez su importe va a ser más pequeño. No voy a entrar en todo lo que ya he explicado en esta sección: factor de sostenibilidad, cuentas nocionales, revalorización, etc. Lo que el pensionista se va a ir encontrando es que su pensión cada vez le va a llegar para menos y van a ser sus ahorros, repito, sus ahorros los que le van a servir de complemento y los que lo van a sacar del paso. Nuestros pensionistas son probablemente los que menos ahorros en planes de pensiones privados tengan de Europa, pero son los que más viviendas en propiedad disponen. El 85% de los ahorros de los pensionistas está invertido en vivienda. Por tanto hagamos del vicio la virtud; aprovechemos esta circunstancia. El ahorro de la vivienda no es tan líquido como unas acciones, bonos, plazos fijos e incluso planes de pensiones. Pero hay un producto que en este caso nos viene como anillo al dedo, la hipoteca inversa. Cuando un pensionista de más de 65 años o con una dependencia grave se vea en la necesidad de complementar sus ingresos y disponga de una vivienda en propiedad, puede perfectamente contratar este producto. ¿Cómo funciona la Hipoteca Inversa? La entidad financiera en función del valor de la vivienda y de la edad de los propietarios pensionistas le concede un préstamo. Y los titulares propietarios de la vivienda (se entiende que el matrimonio) recibirán una renta mensual y vitalicia, es decir, hasta que fallezcan ambos propietarios. No se pierde la propiedad de la vivienda, que sigue siendo del pensionista y puede seguir viviendo en ella. Si por cualquier circunstancia, sobre todo por dependencia grave o simplemente por atención y cuidados, decide ir a una residencia puede hacerlo y además alquilar la vivienda para obtener un ingreso más. Fiscalmente la renta vitalicia recibida de la Hipoteca Inversa no hay que declararla en el IRPF por tratarse de disposiciones de un préstamo. Al fallecimiento de los prestatarios, los herederos tienen prioridad sobre la entidad financiera y deben resarcirle a ésta la cantidad que hayan abonado a los pensionistas más los intereses. Hay tres posibles circunstancias: Primera, devuelven todo el montante (cuotas más intereses) en metálico y la vivienda queda libre de cargas. Segunda, si no disponen de ese efectivo y la vivienda vale más que el préstamo, se vende la vivienda y se liquida la deuda. Tercera, no disponen de ese efectivo y la vivienda vale mucho menos que lo que deben; este es el caso más sangrante, o se rascan el bolsillo o tienen que renunciar a toda la herencia. La hipoteca inversa es un producto financiero que, como hemos visto, tiene una función social muy importante. Le da liquidez al patrimonio de los pensionistas complementando sus ingresos de la pensión. Lástima que algunas entidades financieras la hayan quitado de su catálogo de productos. Pero tal y como va el sistema de pensiones, terminará siendo un producto estrella.

El alumno ante tal situación de penuria preguntó a su maestro: «Profesor, ¿dónde están sus muebles?». A lo que éste le respondió: «¿Dónde están los tuyos?» Sorprendido le replicó: «¿Los míos?, pero si yo estoy aquí de paso>». A lo que el viejo profesor le contestó: «Yo también>».

Martín Torres Gavíria

Twitter @MTorresGaviria

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