La gripe obliga a habilitar una zona de boxes con 12 camas en el San Pedro

La expansión del virus de la gripe avanza en La Rioja, aunque su incidencia se encuentra de momento en el Nivel I, un umbral epidémico normal para estas fechas, pero que alcanzará su pico máximo en dos o tres semanas, según ha avanzado esta mañana la consejera de Salud, Sara Alba durante la presentación del Plan de Contingencia para 2020, que podría llegar a incrementar en hasta 76 unidades el número total de camas. En total, un 10 por ciento más respecto a las 770 camas disponibles en todos los centros hospitalarios: 522 en el San Pedro, 68 en el Hospital de La Rioja, 80 en la Fundación Hospital de Calahorra, 60 de Hospitalización a Domicilio del Hospital San Pedro y 40 de Hospitalización a Domicilio de la Fundación Hospital Calahorra, que por primera vez se integran en un plan de contingencia contra la gripe. Ademas como novedad, se habilitarán camas del servicio de hospitalización a domicilio.

Los niveles son progresivos y cuentan con un periodo de activación según las demandas. De momento, se han habilitado doce camas, ampliables a diecisiete (todavía no ha sido necesario) en una zona de boxes habilitada en el área de Control de Prehospitalización del San Pedro, junto a Consultas Externas. «Es una zona estabilizada que funciona muy bien, con personal sanitario y donde los pacientes pueden estar acompañados».

Coforme se empiecen a notar los primeros problemas de saturación y se alcance el Nivel II, la previsión es habiliar otras doce camas en el ala izquierda de la segunda planta del Hospital de La Rioja. En el Nivel III, se habilitarán doce camas en el ala derecha de la segunda planta del Hospital de La Rioja; en el Nivel IV, diez camas en la unidad de Hospitalización a Domicilio del Hospital San Pedro y en el Nivel V, quince camas en la Fundación Hospital de Calahorra. Por último, en el Nivel VI, se habilitarán diez camas en la Unidad de Hospitalización a Domicilio de la Fundación Hospital de Calahorra.

. Según los datos facilitados por la consejera, Urgencias del San Pedro atiende durante estos días una media de 300 pacientes al día. Los días de mayor incidencia fueron el 7 y el 8 de enero.

Sara Alba se ha referido al Plan de Contingencia presentado junto al director del Área de Salud de La Rioja, Alberto Lafuente como un plan ante situaciones de demanda asistencial para el año 2020 que garantizará «la calidad sanitaria a todos los riojanos ante situaciones estacionales o puntuales que incrementen la demanda de los servicios sanitarios públicos, como la gripe o un accidente con múltiples víctimas».

Un plan, en palabras de Alba, «vivo, realista y flexible» diseñado por el equipo sanitario directivo de la Consejería en el último trimestre de 2019 y que cuenta con seis niveles diferenciados. En este primer nivel del Plan no se contratado personal adicional para atender a los pacientes, pero está previsto, en niveles más avanzados, llegar a sesenta trabajadores más para cubrir las necesidades derivadas de contar con más pacientes.

La consejera ha garantizado una asistencia a todos los pacientes, aunque ha criticado que Urgencias «se mantenga como la puerta de entrada de las personas al sistema sanitario riojano» debido «a la nefasta gestión anterior». Así, incidió en su objetivo de que el nivel de Atención Primaria «recupere y aumente su protagonismo en la sanidad riojana» pero ahora mismo «no podemos darle la vuelta al sistema sanitario tal y como nos lo hemos encontrado».

La consejera de Salud ha explicado, además, que en el año 2019 entre hospital San Pedro y la Fundació Hospital Calahorra atendieron un total de 129.000 urgencias, de las que el 33 por ciento podía haberse resuelto a través de los servicios de Atención Primaria. En este punto, ha explicado, «tenemos que trabajar para evitar que urgencias sea la puerta de entrada a la Atención Primaria».

Sobre las denuncias sindicales de un colapso en el servicio de Urgencias, la consejera ha considerado que para adoptar decisiones como la puesta en marcha de este Plan «hay que tener toda la información, no solo por número de personas que esperan en un momento concreto, porque, por ejemplo, esta mañana no había nadie«.

Ha defendido, además, la «normalidad» en la atención en ese servicio, con tiempos de espera que van desde los 15 minutos cuando se diagnostica «cierta gravedad» a una hora cuando no es así.