¿De dónde vienen (los turistas) y a dónde vamos (los riojanos)?

Actualmente, numerosos estudios se basan en la información que ofrecemos a través de nuestros móviles, como una estadística experimental del INE que mide el turismo partiendo de los datos agrupados (y anónimos) de posicionamiento por el contacto de los terminales con las antenas de telefonía. Para ser precisos, esta estadística no solamente habla de turistas (y por ello sus números más abultados a los tradicionales), y es que cualquier persona que pase más de un día y menos de un año fuera de su lugar de residencia se recoge en ella:quien está una semanas visitando a su familia en otra comunidad, quien viene a La Rioja a trabajar en la vendimia, quien visita otro país por cualquier motivo personal sin necesidad de permanecer en ningún alojamiento turístico...

No es de extrañar que los franceses sean quienes más nos visitan. La frontera más próxima es la que más nutre a La Rioja de visitantes, más de veinte mil en lo que va de año según esta estadística experimental del INE. Suponen los franceses uno de cada cinco viajeros foráneos, que ya superan este año los cien mil, con un tiempo de pernocta medio superior a los seis días, muy por encima de los números tradicionales del turismo. Viajes de negocios, Camino de Santiago, campañas agrícolas... muchos son los condicionantes que se suman al del propio turismo.

Países Bajos, Alemania, Reino Unido y Suecia (que sube bastantes posiciones con respecto al pasado año) son el resto de países que aportan más visitantes a la región, encontrándose Estados Unidos y Marruecos entre los primeros extraeuropeos. También se han contabilizado, hasta julio, más de un centenar de australianos o malienses. Los turistas extranjeros crecen en cada mes y 2024 aspira a tocar techo.

Como cierta lógica tiene la llegada de extranjeros a nuestra región, tanta o más tiene la del movimiento dentro de las fronteras nacionales. Por comunidades ganan los vascos, aunque por provincias lo hacen, ligeramente por encima de Vizcaya, quienes vienen de Navarra. En tercer lugar esta Álava, en cuarto aparece Madrid y después, Guipúzcoa. Siguen Zaragoza, Barcelona, Burgos, Cantabria... y las rutas menos prolíficas parten desde Huelva, Cuenca y Ávila. Y a más distancia, más tiempo en la región. Quienes más prolongan sus viajes, canarios y andaluces, quienes menos, nuestros vecinos.

Atendiendo al detalle municipal, el turismo impone ciertas tendencias para elevar a destinos vacacionales de la región (especialmente populares entre nuestros vecinos del norte), en las primeras posiciones entre los más visitados. Ezcaray es la quinta localidad que más viajeros recibe; Cuzcurrita, la octava; Arnedillo, la undécima... Otras como Cihuri, Bañares o Tirgo también se colocan en cabeza rompiendo con la lógica poblacional. En los primeros puestos, lo esperado:Logroño, Haro y Calahorra.

Y tal y como vienen los franceses, los riojanos nos vamos mayoritariamente al país galo, que destaca de forma abrumadora entre los movimientos al extranjero, aunque, en este caso, con una duración de menos de tres días. No tienen símil el resto de países de la lista, y es que pese a que portugueses e italianos no se encuentran entre quienes más nos visitan, sus países son el segundo y el tercer destino predilecto. Después, Reino Unido, Alemania, Marruecos y Rumanía, estos dos últimos países, íntimamente ligados a los inmigrantes que viven en nuestra comunidad.

Indiscutiblemente, tanto en el cálculo por comunidades como por provincias, Navarra gana como la región a la que más riojanos se mueven a lo largo del año. Muchos de ellos no lo harán por turismo, pero la proximidad invita a escapadas, visitas a conocidos y contactos laborales. En cuanto a comunidades le sigue el País Vasco, justo por delante de Castilla y León y Madrid, que en el cálculo por provincias ascendería a la segunda posición. Lugo, Albacete, Orense y Cuenca se encuentran entre los destinos menos recurrentes para los riojanos. Murcia, por comunidades, es la que pierde. En todo caso, en líneas generales, son más los viajeros que llegan a La Rioja que aquellos que se van.