Algunas personas aplauden a los sanitarios a las ocho de la tarde desde sus ventanas, en el confinamiento del primer estado de alarma. S. T.
Salud mental en La Rioja

La factura emocional del confinamiento

Tres años después del estallido de la pandemia, las consultas crecen el 30% y las urgencias juveniles se han triplicado

Martes, 14 de marzo 2023, 01:00

Aislamiento domiciliario, videoconferencias, aplausos en los balcones, incomprensión, incertidumbre, miedo, dolor... Hace hoy tres años, el 14 de marzo de 2020, un Consejo de Ministros ... extraordinario presidido por Pedro Sánchez decretaba, tras un intenso debate de más de siete horas, el estado de alarma en España. La medida, traducida en el confinamiento de la población en sus hogares y restricciones en la movilidad, certificaban el inicio oficial de la pandemia, el comienzo de una pesadilla demoledora que arrasó con la normalidad tras un tsunami sanitario y sus consiguientes replicas en lo económico y social.

Publicidad

Treinta y seis meses después, con muchas de las heridas ya cerradas, no todas, queda una factura impagada y de la que, de hecho, todavía se ignora su monto definitivo, el del descomunal impacto que el huracán vírico mundial ha causado en la salud mental del conjunto de la sociedad.

«La pandemia cambió la forma de comportarse de todas las personas, aunque los dos colectivos en los que más efectos a nivel de salud mental y mayor repercusión en su estado emocional han sufrido han sido los dos grupos más vulnerables: los adolescentes, porque se les privó de la dinámica de interacción social clásica; y los mayores, porque eran una personalidad frágil y tuvieron un daño orgánico mayor», resume, en declaraciones a Diario LA RIOJA, el doctor Miguel Ángel Ortega, psiquiatra y jefe de Salud Mental del Servicio Riojano de Salud (Seris).

No hay aún posibilidad de un diagnóstico real, tan vez ni siquiera aproximado, más allá de algunas estimaciones que ya de por sí suenan escalofriantes, en especial en lo referido a la incidencia en las cohortes de edad más jóvenes. «Se ha incrementado la demanda de atención en Salud Mental de forma evidente, hablaríamos de un alza de entre el 20 y el 30% en las consultas, aunque, de todas las formas, el mayor aumento por rango de edad donde está siendo más evidente es entre los adolescentes, tanto en las consultas como, sobre todo, en las urgencias hospitalarias, un servicio en el que en los últimos tres años se ha triplicado la atención a menores de edad», apunta el psiquiatra.

Publicidad

«En infanto-juvenil, las patologías más habituales son las alteraciones de tipo conductual, reflejadas en autolesiones e intentos autolíticos»

Con una media anual de entre 400 y 500 nuevas consultas en infanto-juvenil hasta el año 2013 en La Rioja, la puesta en marcha de nuevos programas de detección y servicios asistenciales elevó la cifra hasta casi duplicarla un lustro después, 892 en 2018, unas estadísticas que en los últimos tres años se ha encargado de multiplicar la pandemia. «Se han recuperado muchas percepciones tanto desde el punto de vista físico como mental, pero sin duda alguna persiste un poso que ha sido secundario a la pandemia, el cambio de comportamiento, de actitudes y de interacción social. Lo vivido en esos tres años tiene una repercusión en el comportamiento de las personas una vez que ha pasado este proceso», asegura el especialista, quien no duda en insistir en el impacto sobre los más jóvenes.

Sin interacción o deformada

«Los adolescentes se han visto privados durante dos años en su desarrollo y no han tenido esa interacción que es tan necesaria y fundamental para la formación emocional de una persona o han tenido una interacción deformada y diferente a la de las épocas de normalidad. Durante gran parte de la pandemia la única interacción con los suyos era a través de las redes sociales, que creo que han podido jugar un papel determinante y, a la vez, precipitante de estas patologías», asevera.

Publicidad

«La pandemia ha tenido una repercusión evidente que creo que sí está influyendo en el aumento de los problemas de salud mental en esas edades y en la necesidad de atención», añade el psiquiatra, que apunta como las patologías más habituales en el caso de infanto-juvenil de las «alteraciones de tipo conductual, reflejadas en autolesiones, intentos autolíticos y algunos suicidios consumados, aunque también han aumentado los trastornos de conducta alimentaria».

Sin alarmismos por los intentos autolíticos detectados en la comunidad en las últimos semanas, siete escolares según la Consejería de Educación, el jefe de Salud Mental defiende que «es algo que se ha producido a nivel de todo el país, pero en La Rioja, al ser una comunidad pequeña, parece que tiene un impacto aún mayor y una repercusión más grande».

Publicidad

«Hay en marcha una investigación de los factores psicosociales asociados a las tentativas de suicidio en jóvenes»

No obstante, el doctor Ortega sí avanza que las autoridades sanitarias trabajan para obtener una radiografía fidedigna del presente. «¿Tenemos que estar atentos? Pues claro que sí, porque como decía se ha triplicado el número de atenciones en urgencias por pacientes adolescentes debido, a muchas veces, episodios de autolesiones e intentos autolíticos. Estamos atendiendo tres veces más urgencias de salud mental en infanto-juvenil y, además, hay una mayor prevalencia entre las adolescentes que entre ellos», incide el jefe de Psiquiatría, quien avanza que «se está haciendo ahora, a cargo del Servicio Riojano de Salud, una investigación sobre los factores psicosociales asociados a las tentativas de suicidio y se están revisando todos los datos estadísticos de atenciones y esperamos tener resultados en cuatro o cinco meses para conocer la realidad actual, qué hay asociado a este tipo de conducta y poder llevar a cabo las acciones más adecuadas para afrontarlo, reducir su impacto y, en definitiva, ayudar».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad