Los expertos reclaman un plan nacional «unificado» para prevenir los suicidios
Las asociaciones, que detectan un aumento de peticiones de ayuda de los jóvenes, ven esencial un plan que «nos coordine y dote de recursos»
Sufren, padecen un dolor emocional intenso y no saben cómo manejar la situación. Se sienten solos, carecen de recursos, de espacios sociales y de referencia... ... hasta que deciden acabar con su sufrimiento. No resulta nada sencillo hablar del suicidio porque aún sigue siendo incómodo, un tema tabú, pero hay que luchar por derribar todos los estigmas de la sociedad. Para ello, sin embargo, «tenemos que ir educándonos poco a poco desde todos los ámbitos, desde los medios de comunicación hasta las propias familias, el área educativa o la salud..., para empezar a nombrarlo, porque lo que no nombras no existe», apunta Romina Pérez, presidenta de Color a la Vida, la Asociación de Personas Afectadas por el Suicidio de un Ser Querido.
Publicidad
Sobre todo, porque solo durante el pasado año, 30 personas se quitaron la vida en La Rioja, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, el Teléfono de la Esperanza atendió más de 183.000 llamadas en todo el país y 8.099 en la región, de las que más de 2.500 estuvieron relacionadas con temática suicida.
Teléfonos de ayuda
-
112 Emergencias sanitarias
-
024 Atención de conducta suicida
-
941490606 Teléfono de la esperanza La Rioja
-
605173430 Color a la Vida de La Rioja
-
941254763 Área de emergencias del Colegio de Psicólogos riojano.
En lo que va de año, sin embargo, «hemos detectado un aumento significativo en la ideación suicida y en las peticiones de ayuda de los adolescentes y jóvenes, que están viviendo situaciones complicadas», asegura Magdalena Pérez Trenado, psicóloga y presidenta de esta asociación en la comunidad. Ante esta situación, habilitaron un chat nacional (al que se puede acceder a través de la 'app' del Teléfono de la Esperanza o en www.telefonodelaesperanza.org), en el que durante este primer semestre «hemos recibido más peticiones de ayuda que en todo 2022».
Los perfiles son muy diversos, porque al otro lado del teléfono puede estar «cualquier persona que sufre por una circunstancia que le resulta complicada». Por lo general, «escuchamos soledad, conflictos relacionados con la pareja, familiares, amigos, el ámbito laboral o ideaciones suicidas», además de personas que «tienen crisis importantes en su proyecto vital o algún tipo de patología, trastornos de ansiedad o depresión». En todos estos casos, siempre hay detrás «una valoración del riesgo de la crisis». Por ello, «cuando vemos que hay un riesgo leve, moderado o grave, activamos el protocolo de intervención».
Publicidad
Las llamadas más complicadas son las de «suicidios en curso», en las que el principal objetivo es «conectar con la persona que está en un proceso suicida para poderla rescatar y activar los servicios de emergencia». La intervención no se queda ahí. «Disponemos de un convenio con el 112 para llevar a cabo el seguimiento de esa persona hasta que se queda encarrilada con recursos del ámbito social o la salud». Además, «escuchamos a familiares o amigos de personas que están sufriendo, que nos llaman porque no saben qué hacer. Se sienten perdidos, impotentes, asustados..., y les orientamos para que puedan hacer ese acompañamiento, para que sepan cómo hablar con un familiar o con un amigo en esas circunstancias y cómo pueden pedir ayuda».
Sobre todo, porque como expone la presidenta de Color a la Vida, «cuando alguien nos dice que quiere morir, nuestra reacción automática es de defensa, de evitar el tema y responder que no hay que decir tonterías, porque es un tema que nos incomoda. No estamos preparados para escuchar esas frases tan dramáticas ni para ver pequeños signos que, si no te formas, pasan desapercibidos». Por ello, lo más importante es hablar con quienes están sufriendo, «respetar sus emociones, acompañarles y ofrecerles alternativas, ver cómo les podemos ayudar».
Publicidad
Noticias Relacionadas
«Perdí a mi hijo el 19 de abril. Salió de trabajar y se tiró por la picota»
«Mi madre me llamó para despedirse, para decirme que no quería seguir sufriendo»
«Cuando alguien llega a una situación extrema no quiere acabar con su vida, sino con el dolor»
Porque el suicidio se puede prevenir. «Todas las crisis, por muy intensas, largas u oscuras que parezcan, son transitorias, por lo que tomar decisiones definitivas no es el camino. El camino es reconocer que uno está así, pedir ayuda y dejarse ayudar», asegura Pérez Trenado. Más aún, porque «la mayoría de las personas, si no son todas, que están pasando por ese momento no se quieren morir. Lo que quieren es dejar de sufrir, porque sienten un dolor emocional muy intenso que no saben cómo manejar, porque no tienen recursos internos ni externos para ello».
En este sentido, la prevención del suicidio se erige como «una labor y responsabilidad global». Sobre todo, porque «cualquiera puede estar al lado de una persona que está en un momento difícil, a la que hay que escuchar sin miedo, sin culpar ni juzgar, comprendiendo que está sufriendo, y ayudarle a buscar recursos. Lo importante es que nos involucremos, porque nos puede pasar a todos».
Publicidad
En el caso de La Rioja, existe un plan nacional de prevención del suicidio, en el que «trabajamos implicando a todos los ámbitos para acompañar a las personas que están en esas situaciones y a sus familias». Todavía falta «un plan nacional que nos vertebre a todos, que nos dote de recursos, nos coordine e integre». «Tiene que haber un protocolo muy claro y unificado del que todos formemos parte para que en cuanto haya un intento autolítico, salten todas las alarmas y los dispositivos de prevención», corrobora Pérez.
Al Teléfono de la Esperanza también acuden los familiares afectados por el suicidio de un ser querido, que precisan de «una escucha y atención especial» porque «están rotos de dolor y necesitan reconstruir su vida por dentro y por fuera». Sobre todo, por la culpabilidad que sienten los supervivientes, que lamentan no haberse dado cuenta antes del sufrimiento..., cuando no siempre surge la oportunidad. Porque aunque «cada vez hay un porcentaje mayor de personas que dan señales, como sociedad, los familiares, colegios, institutos o médicos no estamos educados ni enseñados para detectarlas, leerlas y entenderlas», resalta la responsable de Color a la Vida, desde donde prestan acompañamiento emocional a todas las personas que sufren esta situación, para que sepan que puedan ser escuchados, comprendidos y puedan reconducir su vida.
Publicidad
Y este domingo, con motivo del Día Internacional para la Prevención del Suicidio, el Teléfono de la Esperanza procederá (a las 20 horas en la plaza del Parlamento) a la lectura del manifiesto y encendido de velas en memoria de las personas que fallecieron por suicidio, que culminará con el concierto de TerZero en Discordia.
«El suicidio lo tenemos que combatir entre toda la sociedad»
Hace escasos seis meses, se puso en marcha en La Rioja un protocolo para atajar desde las aulas las ideaciones lesivas de los estudiantes. Una acción «prioritaria» para el consejero de Educación, Alberto Galiana, que «mejorará en la detección previa y en el tratamiento de los casos para que se puedan reducir». Sobre todo, porque «el suicidio es una realidad cada vez más frecuente en el sistema educativo, sobre todo entre los jóvenes, que hay que afrontar». Para ello, se llevará a cabo «una formación periódica» que dotará a los docentes de las herramientas necesarias para facilitar una detección «temprana» mediante un cauce «más claro» de la comunicación entre distintos departamentos. «El suicidio lo tenemos que combatir entre todos. No se puede dejar solas a las familias, sino que tenemos que involucrarnos todos como sociedad, como comunidad educativa, como personas y responsables políticos».
¡Oferta especial!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión