Un grupo de estudiantes a la salida de un centro riojano. JUAN MARÍN
EBAU

El examen que llega «por sorpresa»

28 alumnos de primero de Bachillerato de Marianistas fueron seleccionados para participar en una prueba piloto de la nueva EBAU

Martes, 14 de marzo 2023

A la salida del colegio Marianistas, la sorpresa y la satisfacción era casi total entre los grupos de estudiantes de primero de Bachillerato que se disponían a abandonar el centro. No era para menos: habían sido elegidos para participar, junto a otros 49 centros del país –cinco de ellos riojanos– en una prueba piloto de la nueva EBAU que se desarrollará el próximo año. «No sabíamos cuándo iba a ser, pero me ha parecido un poco fácil. Si nos la hubiésemos preparado, nos hubiese salido mucho mejor», aseguraba Zaira al término de las clases.

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Para ella, como para el resto de sus compañeros, esta prueba «es importante porque va a influir en nuestra futura EBAU». Fue, por tanto, una primera toma de contacto «para ver el nivel o cómo va a ser porque ha cambiado la ley y no va a ser como el resto de años». A su lado, Luis apuntaba que, aunque estaba «bien» esta prueba, «parecía que no estaba adaptada a nuestro nivel, porque había contenidos que no habíamos dado en las clases de Latín y, en la de Lengua, comentarios de texto que no habíamos practicado».

«No sabíamos cuándo iba a ser; me ha parecido un poco fácil. Si nos la hubiésemos preparado, nos hubiese salido mejor»

Zaira

Alumna de 1º de Bachillerato

«Parecía que no estaba adaptada a nuestro nivel, porque en la prueba de Latín había contenidos que no habíamos dado»

luis

Alumno de 1º de Bachillerato

«Me siento afortunado de formar parte de uno de los 50 centros españoles que participamos en la prueba»

alberto

Estudiante de 1º de Bachillerato

Apenas unos minutos más tarde, Víctor confesaba que «me la esperaba un poco más difícil, por lo que si hubiese venido un poco preparado, sabiendo lo que tenía que estudiar, me hubiese ido bien». Su tranquilidad no podía ser mayor: sabía que no se le iba a puntuar o evaluar. «¿Si he pasado nervios? Qué va, sabía que no me iba a afectar, que no me iban a evaluar ni nada, ya que solo era una especie de simulacro», explicaba. «Ha estado bien, lo único a ver cómo será luego la EBAU», concluía este riojano que, en su horizonte próximo, tiene previsto estudiar Administración y Dirección de Empresas.

En este sentido, Alberto, que conversaba junto a otros estudiantes, reconocía que «ha sido difícil, porque no la tenía preparada, ya que nos ha pillado de imprevisto». En concreto, porque ninguno de los 28 estudiantes que participaron en el simulacro sabía que se iba a examinar. De hecho, el propio centro desarrolló la prueba –como los otros cuatro colegios riojanos participantes– con total discreción, sin proporcionar información ni permitir la entrada a los medios de comunicación –en base a la petición de Educación–.

Por este motivo, este estudiante afirmaba que se sentía «afortunado de formar parte de uno de los cincuenta institutos españoles» que tomaron parte en el simulacro. Sobre todo, porque resulta «estupendo para pedir el nivel y adecuar los contenidos, aunque la mayoría los habíamos dado ya en clase». No en vano, servirá para modificar los aspectos que se consideren necesarios de cara a las pruebas de acceso a la universidad que se implementarán el próximo año (a los que cursan este año segundo de Bachillerato no les afecta, porque en este curso no se ha implantado la LOMLOE, de ahí que las pruebas del próximo junio sean las mismas que las del año anterior). Porque el principal objetivo de esta iniciativa, coordinada desde el Ministerio de Educación, es analizar el grado de adaptación de los estudiantes a esta prueba competencial, así como el tiempo establecido en los ejercicios, para determinar si resultará necesario modificar algún criterio de cara a la EBAU de 2024.

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