El metro cuadrado supera los 1.300 euros en pisos y se dispara a los 1.100 en unifamiliares
El incremento de los precios no está frenando el ritmo de ventas, con 2.788 transacciones en el primer semestre
Las estadísticas confirman lo que los compradores de pisos ya llevan meses comprobando. El alza de los precios vuelve a resultar, como antes del ... estallido de la burbuja, imparable. Cualquier inmueble que salga a la venta con un importe competitivo desaparece casi instantáneamente de los servidores. Publicitado y vendido. Así de sencillo.
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El Índice de Precios de Vivienda que publica el INE ha sido el último en mostrar que los efectos del tsunami ya han llegado a La Rioja. La comunidad, en los últimos meses, se ha subido gracias a una escalada imparable a lo alto de una ola que había azotado primero a las grandes ciudades españolas. Ese 13,7% de crecimiento interanual en el precio de la vivienda en La Rioja (un punto más que la media) se sustancia en que cada metro cuadrado habitable cuesta al comprador mucho más que hace muy poco tiempo.
El Consejo General del Notariado consigna ya unos valores por metro cuadrado no vistos casi desde la crisis inmobiliaria. La estadística diferencia entre pisos y unifamiliares, que no son únicamente chalets, sino que también suponen buena parte de la vivienda tradicional en las localidades pequeñas.
El precio del metro cuadrado de los primeros, el pasado junio, alcanzó los 1.328 euros como media, un 14,9% más que un año antes. El de los unifamiliares se disparó hasta los 1.151 euros, un 57% que un año antes, la mayor subida registrada en el mes de junio en España. Esas alzas colocaron a La Rioja como la región donde más subió el metro cuadrado, un 23,4%, por delante de Castilla y León o la Región de Murcia. El incremento también va acompañado de una reducción del tamaño medio de las viviendas: más caras, pero más pequeñas.
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Este crecimiento se percibe de una manera especial en el mercado de segunda mano. Y la explicación es clara. «La nueva tiene un precio tan inaccesible para muchos que las personas que quieren adquirir su primera vivienda o que tiene necesidad de cambiar debe mirar a la de segunda. Y si tampoco le llega, tiene que optar por el alquiler, que también está muy caro», indica José Antonio Solozábal, de inmobiliaria Solozábal. Aunque muchos clientes, especialmente los jóvenes, anhelan estrenar. «No por el hecho en sí, sino por la eficiencia de las nuevas viviendas, que conlleva una bajada notable de los gastos fijos. Y, además, ahora hay promociones nuevas en las que además no se renuncia a vivir en el centro, lo que también resulta muy atractivo», abunda Pilar Rodríguez, de Urbanova.
«La nueva tiene un precio tan inaccesible para muchos que las personas que quieren adquirir su primera vivienda debe mirar a la de segunda»
José Antonio Solozábal
Inmobiliaria Solozábal
«Ahora hay promociones nuevas en las que además no se renuncia a vivir en el centro, lo que también resulta muy atractivo»
Pilar Rodríguez
Inmobiliaria Urbanova
Subidas y caídas
El ritmo de las subidas que se están viviendo parece difícilmente sostenible. En 2024 el precio medio de la vivienda se disparó el 11,88% y en los dos primeros semestres de este año se está rozando el 9%, con los pisos usados tirando hacia arriba de la media. En los últimos dieciocho años (la estadística del INE comienza en 2007, cuando empezaban a sentirse los efectos de la burbuja) jamás se habían alcanza unas alzas tan trepidantes, pero la estadística sí que recoge caídas estrepitosas. Solo en 2011, el precio cayó un 14,2%, en 2012 el retroceso fue del 13,8 y en 2013, la caída superó el 11,6%. Es decir, casi un 40% de depreciación de la vivienda en solo tres años.
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Desde este momento, el sector había recuperado el pulso con subidas moderadas que se aceleraron tras la pandemia, cuando entre 2021 y 2022 las viviendas recuperaron un 10% de su valor. Desde ese 2021, el incremento ha sido 35% y este 2025, si no cambia abruptamente la tendencia, promete ser un año histórico para el mercado inmobiliario. «Sin embargo, aún no hemos llegado a los precios que se veían antes de la crisis», puntualiza Rodríguez.
Siguen las ventas
A pesar de esa presión alcista, los compradores no se echan atrás y creen que es buen momento para comprar. El pasado año los notarios firmaron 5.495 compraventas de viviendas, una cifra no alcanzada desde 2008, cuando se despacharon 5.741. Y el primer semestre de 2025 ya se ha llegado a 2.788, con lo que la proyección promete, al menos, igualar las ventas de 2024.
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