María José Puente
Jefa de Servicio de Ginecología y Obstetricia
«Se está estudiando la posibilidad de ampliar la edad de los tratamientos»«España debería mirar a otros países con medidas de apoyo a la natalidad como Francia, Alemania o los países nórdicos», reflexiona la doctora
La caída de la natalidad está asociada a distintos factores, también el médico. María José Puente, jefa del Servicio de Ginecología del Hospital San Pedro ... reconoce que la actual situación provoca «inquietud» por sus numerosas derivadas.
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– ¿Cómo se vive la caída de la natalidad en su servicio?
– Con inquietud. La pirámide poblacional se invierte cada vez más y la atención a nuestras mujeres cambia. Hay una disminución del número de embarazos y un aumento de patologías asociadas a la edad. Las consultas se están ajustando para adecuarse a esta atención. Como dato alentador y positivo, durante el primer trimestre de 2025, La Rioja lidera el incremento anual entre las comunidades con un 15,5% en nacimientos. Tendremos que esperar a ver la evolución anual y si se mantiene este crecimiento.
– ¿Cuáles son los factores principales de este retroceso?
– Responde a una combinación de factores sociales, económicos, laborales y culturales. Por ejemplo, la dificultad para emanciparse supone un retraso de la vida adulta plena y de la decisión de tener hijos. También está la precariedad laboral y falta de estabilidad económica. De la misma forma hay un mayor nivel educativo y participación femenina en el mercado laboral, mayor prioridad al desarrollo profesional, y además el mercado laboral penaliza más a las madres que a los padres. Otro factor es la falta de apoyo público a la crianza (España dedica el 1,3% del PIB a políticas de familia, muy por debajo del 3,5% de Francia). También hay un cambio cultural porque se ve normal tener hijos después de los 35 o los 40. Además falta una política familiar coordinada y estable. No hay estrategias nacionales a largo plazo para fomentar la natalidad.
–Médicamente, ¿qué supone el retraso en la edad de maternidad, que, en 2023, para las primerizas se situó en casi 32 años?
– Este es uno de los factores que incide en el descenso de la natalidad, pues la tasa de embarazo espontáneo disminuye a partir de los 35 años. Por ejemplo, la probabilidad de embarazo por ciclo a los 20-24 años es de 25-30%, entre 30-34 años decae al 15-20% y a partir de los 40, al 3-5%. Con el aumento de la edad de embarazo, también hay más riesgos médicos, obstétricos y neonatales, tanto para la madre como para el feto: aumenta la probabilidad de abortos, alteraciones cromosómicas, hipertensión, diabetes gestacional, retrasos de crecimiento, partos prematuros, mayor tasa de cesáreas... Actualmente las consultas de seguimiento de embarazos de alto riesgo en el Seris han aumentado considerablemente respecto a hace 10 años.
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– También han aumentado los tratamientos de fertilidad. Se ha hablado de la posibilidad de ampliar hasta los 42 la edad para los tratamientos públicos ¿Se van a ver avances?
–Se está estudiando en el Seris ampliar la edad de los tratamientos de fertilidad como medida para fomentar la natalidad. No obstante, seguimos trabajando en otras iniciativas que pretenden mejorar el servicio como el aumento en el número de diagnósticos preimplantacionales, financiación del semen de donante y preservación de la fertilidad por causas médicas. Además, en el último trimestre de 2024 se realizaron obras de mejora en la Unidad de Reproducción Asistida que han supuesto una reestructuración del trabajo.
– ¿Cree que la caída de la natalidad todavía no está siendo tratado como uno de los verdaderos problemas de La Rioja y España?
–Se deberían aplicar medidas de forma combinada, sostenibles y sin planteamientos ideológicos porque las consecuencias son graves como, por ejemplo, el envejecimiento de la población (en 2025, más del 20% de los españoles tiene más de 65 años y en 2050 se espera que sea más del 30%), disminución del número de cotizantes, déficit en el relevo generacional o tensión sobre el estado de bienestar. España debería mirar a países con medidas de apoyo a la natalidad como Francia, Hungría, Alemania, países nórdicos o Singapur, que incluyen ayudas directas por nacimiento o adopción; facilitar el acceso a la vivienda para familias jóvenes; conciliación laboral y permisos igualitarios o educación infantil gratuita en colegios públicos, privados y concertados.
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