Los embalses atesoran aún tres cuartas partes de su capacidad

Los cuatro embalses riojanos que gestionan la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) albergan en la actualidad en sus entrañas un total de 139,428 hectómetros cúbicos, lo que supone el 76,22% de su capacidad total (182,923), un dato que mejora notablemente las estadísticas de los últimos años. De hecho, doce meses atrás, la reserva de agua era de 100,51 hectómetros cúbicos, el 54,94%, una tasa que incluso superó a la de agosto de 2023 (50,1%). A estas alturas del año en 2022, un buen ejercicio, el porcentaje era del 62%, 14 puntos por debajo del actual. Según los registros de la CHE, la media de los últimos cinco años en los primeros días de agosto es de 116,458 hectómetros cúbicos, 22,8 por debajo de la actual, aunque de 14,5 si sacamos de la contabilidad a Enciso, a pleno funcionamiento desde este año.

Un panorama excelente, pese a que la merma no ha sido escasa durante el mes de julio, con un descenso global de 27,028 hectómetros cúbicos (una barbaridad si se tiene en cuenta que cada hectómetro cúbico de agua equivale a mil millones de litros, el consumo anual de una población de 15.000 personas).

Mansilla, al 76,3%, alberga 51,675 hectómetros cúbicos, 2,5 más que hace un año pese a perder 9 a lo largo de julio; Enciso, al 76,8%, aporta otros 36,134 y pese a mermar en 6,4 en el último mes cuenta con 26,7 más que doce meses atrás; Pajares, al 78,8% suma a la reserva total otros 27,729 hectómetros cúbicos, 6,9 más que en agosto de 2024 pese a restar 6,1 en las últimas cuatro semanas; finalmente, el embalse González Lacasa, al 72,5%, atesora 23,8 hectómetros cúbicos, 2,6 más que hace un año a pesar de haber perdido 5,3 en los últimos 30 días. El embalse de Terroba tiene solo 1,1 hectómetro cúbico (13,5%).

La cuenca del Ebro alberga 5.590,958 hectómetros, lo que representa el 73% del total.