Los asesinos de Jeff en Viniegra querían «quitarse un problema de encima»
En una semana se sentarán en el banquillo los acusados del asesinato del ciudadano argelino arrojado a una sima en el alto Najerilla en agosto de 2022
En una semana arrancará el juicio con jurado por el crimen de Viniegra de Arriba. Una vista con tres acusados que encaran 25 años y medio de cárcel cada uno, salvo uno de ellos J.G., a quien la Fiscalía, además del delito de asesinato y de tenencia ilícita de armas, le imputa un delito continuado contra la seguridad vial al conducir sin puntos, por el que pide seis meses más de encierro.
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El crimen se remonta a agosto de 2022, en plena canícula. La Rioja sufría una ola de calor hasta tal punto que el Gobierno regional, para minimizar el riesgo de incendios, prohibió la circulación de cualquier tipo de vehículos por caminos y pistas forestales. En julio, según detalla el fiscal en su escrito de acusación, la idea rondaba por la cabeza de J.G., de 48 años, que atravesaba una situación de «gran desasosiego y tensión» porque la víctima, Djafer Bechkat, le exigía insistentemente el pago de una deuda relacionada con drogas que había contraído con él y que no podía pagar.
Para «quitarse el problema», añade el fiscal, pidió ayuda a su pareja sentimental, J.S.A. (47 años), y a su amigo I.Z. (42 años), y desde julio, los tres, de común acuerdo y «guiados con ánimo de resolver el problema, decidieron en venganza y con la intención de eludir el pago, darle una paliza a Djafer Bechkat (alias Jeff), acabar con su vida y arrojar su cuerpo a un lugar donde fuera difícil localizarle«.
En la mañana del 9 de agosto de 2022, siguiendo el plan previamente concertado, los tres procesados hicieron una ronda para visitar el lugar que consideraron apto para hacer desaparecer el cuerpo. Era la sima conocida como la torca de Hoyo Mingo, en Viniegra de Arriba.
Por la tarde de ese mismo día concertaron una cita con Djafer con la excusa de que J.G. le iba a pagar la deuda exigida. Este acusado y su novia viajaron juntos hasta la desviación de la N-111 en Villoslada de Cameros, próxima a Viniegra de Arriba, localidad a la que llegaron sobre las 21.30 horas. Allí les estaba esperando I.Z. en una furgoneta blanca, propiedad de su hermano.
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Mientras J.S.A. esperaba en actitud vigilante en el interior del coche, I.Z. y J.G. conversaron sobre la deuda hasta que sobre las 22.30 horas, por sorpresa y con ventaja, golpearon a 'Jeff' reiteradamente con una piedra causándole veinte heridas 'antemorten' en cara y cabeza, a sabiendas de que «le sometían a un dolor innecesario». Todo acabó cuando I.Z. le descerrajó un tiro en la nuca con un arma de fuego de pequeño calibre.
Cuando I.Z. recogía el casquillo decía: «Ya veo que tú no te quitas los problemas, te los quito yo gratis. Yo por esto cobro 4000 euros y no es el primero». Mentras tanto, J.G. limpiaba la sangre del lugar. Ambos acusados subieron el cadáver a la furgoneta de I.Z. y en los dos vehículos se dirigieron hasta una finca de Viniegra de Arriba, propiedad del tío de I.Z. y donde éste trabajaba, para esconder el cadáver.
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Dos días después, el 11 de agosto, mientras J.S.A. esperaba en el vehículo, I.Z. y J.G. fueron a la sima en el paraje 'Barranco de la Planilla' con la furgoneta. En el maletero llevaban el cadáver de Djafer y tras localizar la sima de la Torca de Hoyo Mingo, arrojaron el cuerpo al fondo, a unos 50 metros de profundidad en un terreno escarpado y abrupto .
Sobre las 14.30 horas I.Z. arrojó en un contenedor de la calle San Miguel, en la localidad de Montenegro de Cameros (Soria), una zapatilla deportiva de la víctima, un mantel, una lona utilizada para envolver el cadáver y un destornillador de estrella impregnado de sangre.
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A las 20.45 horas de ese día, la Guardia Civil recuperó del fondo de la sima el cuerpo de Djafer Bechkat. Estaba semidesnudo y en torno a la cabeza le habían anudado dos bolsas de plástico con bridas. El cadáver presentaba múltiples heridas de arrastre en tronco y extremidades que indicaban que había caído y arrastrado por la pendiente de la sima. El cráneo y la cara tenían múltiples heridas contusas (más de 20) que tenían características de vitalidad.
La causa de la muerte, según detalla el fiscal, fue una herida craneal por arma de fuego con orificio de entrada en región occipital y sin orificio de salida. El proyectil, que produjo un traumatismo encefálico con destrucción de centros cerebrales vitales, quedó el proyectil alojado en el encéfalo.
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La Fiscalía imputa a I.Z.. y a J.S.A. los delitos de asesinato por el que reclama un pena de 24 años de prisión, y tenencia ilícita de armas, por el que pide un año y seis meses más de cárcel; y a J.G., además de asesinato y tenencia ilícita de armas le considera autor de un delito contra la seguridad vial por conducir sin puntos en el carné. Por este último solicita que cumpla medio año más de encierro.
Por último, el fiscal pide que paguen una indemnización de 200.000 euros al hijo menor de la víctima, que en el momento de los hechos se encontraba bajo la tutela de la Comunidad Autónoma de La Rioja, y 60.000 euros a cada uno de los progenitores.
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El juicio comenzará el próximo día 8 y está previsto que se prolongue hasta el 19. Durante ocho días, los miembros del jurado popular tendrán que escuchar la declaración de los acusados y de la decena de testigos citados en la sala de vistas de la Audiencia Provincial para arrojar luz sobre el bautizado como crimen de Viniegra.
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