Los vecinos de El Cortijo se unen contra el cierre de las piscinas y anuncian protestas

El anunciado cierre de las piscinas municipales de El Cortijo durante el verano ha calentado los ánimos de los vecinos de este retirado barrio logroñés que ayer por la tarde se reunieron en asamblea en el frontón para protestar y plantear medidas de rechazo contra una medida que temen se convierta en un cierre definitivo y, por derivación, acabe con los tres negocios actualmente abiertos. Tres bares y una tienda, «que subsisten con mucho esfuerzo» gracias al verano. Durante la asamblea se pidió la implicación de todos los residentes para reivindicar las instalaciones deportivas, pero también demandas históricas de este barrio logroñés, pues como señaló una de las portavoces por megafonía, las piscinas son solo «la punta de iceberg», de todas las necesidades de El Cortijo. «O peleamos juntos, o no vamos a conseguir nada», fueron sus palabras al inicio de la convocatoria a la que asistieron unas 200 personas.

Como primera medida, El Cortijo amaneció ayer con carteles colocados en ventanas, rotondas y fachadas de algunos edificios reivindicando las instalaciones. «En verano, El Cortijo necesita las piscinas», «Mismos impuestos, mismo servicios» y «Con falsos ahorros y mentiras nos cerráis estas piscinas», son algunas de las frases que se podían leer dentro de las reivindicaciones que han puesto en marcha y que ayer llevaron incluso al pleno del Ayuntamiento del que regresaron con la sensación de que la decisión del Equipo de Gobierno está tomada sin remedio.

Durante la próxima semana continuarán con nuevas medidas todavía sin concretar, aunque entre las propuestas ya deslizan la palabra 'independencia'. Algunos representantes de la entidad vecinal como la presidenta, Arancha Bargo, se mostró ayer abiertamente partidaria de la autogestión y de nombrar una Alcaldía pedánea al margen del Ayuntamiento de Logroño. «No sería algo nuevo para El Cortijo, en otros tiempos ya no regimos por esta figura», defiende la portavoz, quien en respuesta al concejal de Deportes, Rubén Antoñanzas, defendió que nunca se ha vivido de los impuestos de Logroño. «Basta sumar los impuestos de rústica desde Valdegastea a Fuenmayor y los de los bienes inmuebles del barrio».

Bargo consideró precipitada la medida del Ayuntamiento cuando todavía no hay normativa estatal sobre protocolos de seguridad ante el COVID-19 y defendió la apertura de las piscinas de El Cortijo, donde «no ha habido ni un caso de coronavirus». «Cada vez nos dan una explicación nueva. Primero argumentan razones de rentabilidad, racionalidad de servicios, seguridad del perímetro y luego que con las restricciones de aforo van a entrar muy pocas personas...». Según sus cálculos, si se aplica el 30 por ciento de restricción del aforo «a la zona de césped entrarían más de cien personas».