La compleja labor de contabilizar los siniestros mortales

Y de los cinco fallecidos que tiene constancia el Ejecutivo, tres de ellos sí han sido recogidos por este periódico: los dos del 18 de febrero, un trabajador de la construcción de Pradejón al que le cayó un muro y otro operario de un empresa de asistencia mecánica en carretera que vivía en Calahorra y que fue atropellado en Villafranca (Navarra), y el del 26 de mayo, cuando uno de los dueños de una compañía de encofrados de Calahorra fallecía en Andosilla tras recibir un golpe por la caída accidental de una carga en una firma agroalimentaria.

Pero ha habido tres muertes en accidente laboral de las que ha informado este medio y que no constan en la estadística del Gobierno, «quizá porque no trabajaran en una empresa de La Rioja, aunque estén empadronados en la región», argumenta Pilar Simón. El 7 de enero un obrero riojano de 51 años perdía la vida en Vitoria arrollado por una excavadora cuando nivelaba campos de fútbol. Y más recientemente, el 23 de junio, otro trabajador logroñés de 45 años fallecía en Alsasua al caerle una rama cuando talaba árboles.

Además, en el registro Delt@ que sirve de referencia al Ejecutivo tampoco se contabiliza el empleado fallecido en febrero cuatro días después de sufrir un desvanecimiento en la calle San Agustín de Logroño. En ese caso, quizá el trabajador no figurase en los registros de la Tesorería General de la Seguridad Social.

Mientras que el Gobierno sí incluye los accidentes mortales de un trabajador de 60 años, de una constructora riojana, que falleció en febrero, y de un camionero de la región que en mayo moría en Huesca en la cabina de su camión. Al parecer, la causa en ambos casos fue un infarto.