Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Pulmón
«El cáncer no nos amarga la vida»Las riojanas Rosalina Robledo y Soledad Pastor afrontan «con optimismo» una enfermedad cada vez más presente en las mujeres
«Queremos que lo pongas bien grande en el periódico: tenemos cáncer, pero somos positivas, muy positivas. Esto no nos puede amargar la vida». Soledad ... Pastor y Rosalina Robledo no se conocían antes de este viernes, pero a ambas les unen muchas cosas. A las dos les detectaron un tumor en el pulmón y decidieron afrontarlo de la manera más optimista posible. «No nos vamos a quedar en casa llorando», certifican las riojanas.
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Tanto una como otra hablan con Diario LA RIOJA de su enfermedad con motivo del Día Mundial contra el Cáncer de Pulmón, que se celebra hoy. Sus testimonios son ejemplo de una tendencia que viene apreciándose durante las últimas dos décadas. La incidencia de este tipo de cáncer en las mujeres se ha triplicado en ese periodo, aunque sigue siendo más común en los hombres. Por otro lado, el tabaco sigue siendo la principal causa de esta enfermedad. «Su consumo está relacionado con 16 tipos de cánceres, siendo el motivo principal de entre el 80 y el 90% de los tumores pulmonares», recalca Belinda Sampedro, psicóloga de la Asociación Española contra el Cáncer en La Rioja.
Aun así, hay casos que no están relacionados con el tabaco, o al menos aparentemente. Eso es lo que quiere subrayar Rosalina Robledo. «Yo apenas he fumado, hace cincuenta años podía fumar algún cigarrillo puntual después de alguna comida o algo así, pero nada más», asegura. De hecho, la riojana cuenta que ella no tuvo ningún síntoma que le pudiera hacer pensar que sufría esa enfermedad y que fue una caída la que destapó su cáncer. «Me caí en el pueblo y me rompí unas costillas», relata. «Fui al hospital, me hicieron unas placas y se dieron cuenta de que tenía algo más», añade. La ingresaron y, tras unas pruebas, certificaron la existencia de un tumor. «Me dijeron que había tenido mucha suerte al caerme porque, gracias a eso, me descubrieron el cáncer», señala Robledo, quien ahora lleva un tratamiento a base de pastillas. «Se me resecan las mucosas, el pelo me ha cambiado porque antes lo tenía liso y ahora rizado, pero yo me encuentro bien», se congratula, demostrando una vez más su carácter positivo.
Soledad Pastor, por su parte, sí reconoce que hace años fumaba «mucho», aunque ahora ya lo ha dejado por completo. A diferencia de su compañera de conversación, a ella sí que le avisó su cuerpo. «Tengo EPOC(Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) desde hace 25 o 30 años y hacía vida normal hasta que hace unos cinco empecé con tos y a escupir sangre», cuenta. «Fui al médico, me pusieron antibiótico, se me pasó pero tiempo después volví porque sabía que algo no iba bien; conozco mi cuerpo y veía que algo no funcionaba», sintetiza.
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«En un primer momento te asustas, es normal, pero después hay que ser positiva; como te caigas, no te va a levantar nadie»
Soledad Pastor
Paciente de cáncer de pulmón
«Me encontraron el tumor tras una caída; los médicos me dijeron que había tenido mucha suerte porque, gracias a eso, me descubrieron el cáncer»
Rosalina Robledo
Paciente de cáncer de pulmón
Sus sospechas se confirmaron cuando le diagnosticaron el cáncer. Ahora, lleva un año y tres meses con inmunoterapia y los resultados, según cuenta, están siendo buenos. «El tumor se está reduciendo, tengo que seguir con la inmunoterapia hasta septiembre del año que viene y, si ha disminuido lo suficiente, a lo mejor consideran operarme para extirparlo», informa.
«Que no se hundan»
El cáncer de pulmón, según detalla Luis Ángel González, supone el 5% de todos los tumores que aparecen en la población. «Su prevalencia no es muy elevada», apunta el gerente del Servicio Riojano de Salud. En ese sentido, los datos del Observatorio del Cáncer señalan que en La Rioja se detectaron 221 nuevos casos de cáncer en 2023, de los que 162 se dieron en hombres y 59 en mujeres. No es de los cánceres más comunes, pero sí de los más agresivos si no se detecta a tiempo. No en vano, según el Instituto Nacional de Estadística, los tumores de tráquea, bronquios y pulmón fueron los que más fallecimientos provocaron en la región el año pasado.
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Ante estas cifras, tanto Pastor como Robledo se congratulan de su situación actual, aunque reconocen que el primer impacto fue duro. «La palabra 'cáncer' la asocias a muerte y, cuando te lo diagnostican, se te cae el mundo, no por ti, sino por tu familia», afirma Soledad Pastor, que actualmente tiene 59 años. «Pero gracias a Dios, soy muy positiva y vivo bien con la enfermedad; por dentro no sé qué tendré, pero por fuera no doy muestras de nada», sentencia mientras esboza una sonrisa, compartida con su compañera de conversación. «Es duro, pero yo sigo haciendo vida normal; hace quince días he estado en Nápoles, viendo Pompeya, el Vesubio... Acabé muy cansada, pero disfruté mucho», se alegra Robledo, de 74 años. «Y dentro de poco me voy a un balneario», apuntilla. «Yo también voy a ir a uno», le responde Pastor.
Ambas muestran continuamente su optimismo y sus ganas de vivir, al tiempo que agradecen la labor realizada por los médicos en La Rioja. «Aquí la Oncología funciona muy bien», señala Robledo. «Yo no me puedo quejar de ningún médico, en cuestión de un mes o mes y medio ya había pasado por todos los especialistas y había ido a la Asociación Española contra el Cáncer y allí son todas encantadoras y majísimas», añade Pastor. «Es verdad, yo con ellas hago gimnasia, almazuelas...», apuntilla Robledo.
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Ambas llevan ahora un seguimiento constante de sus enfermedades. «Tenemos nuestros tratamientos y una vigilancia: todos los meses nos toca una analítica e ir a la consulta y cada tres meses nos hacen un PET (Tomografía de emisión de positrones) para ver cómo va todo», señala Rosalina Robledo, quien tiene claro qué mensaje mandar a las personas a las que acaban de diagnosticarles un cáncer. «Que sean positivos, alegres; que no piensen todo el día en que se van a morir», señala. «Yo hago vida normal, hasta donde llego. Hago lo que puedo y hago caso a los médicos, eso es lo más importante», remata.
En la misma línea se manifiesta Soledad Pastor. «En un primer momento te asustas, es normal, y te tiras un mes entero sin dormir pensando en lo que te pasa, pero después hay que ser positivo porque, como te hundas y te caigas, de ahí no te levanta nadie», avisa. «Yo me levanto de la cama, me miro al espejo y me digo 'qué guapa eres' y me voy a la calle», añade. «Y a mi lado no quiero gente que me diga 'pobrecita mía'; quiero personas alegres y positivas, como soy yo, porque aunque tengo cáncer sé que hoy en día hay muchos adelantos médicos y hay que pensar en positivo», concluye. Un mensaje ante el que poco más se puede añadir.
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