«El calor es la causa más frecuente de insomnio en verano, pero no la única»
La neumóloga avisa de la importancia de controlar la temperatura en las habitaciones durante todo el día, «no solo al irnos a dormir»
La Rioja continúa en alerta por altas temperaturas. El calor se deja sentir, y mucho, al salir a la calle, pero también se nota en ... casa. Por la noche. Cuando el cuerpo pide dormir. Las altas temperaturas provocan que mucha gente no pueda descansar del modo más adecuado y recomendable y eso repercute en su desempeño diario. «Porque dormir bien es muy importante, más que cualquier fármaco», sentencia Alejandra Roncero, coordinadora de la Unidad de Sueño del hospital San Pedro.
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¿Es cierto que en verano se duerme peor que en invierno? La respuesta de Roncero es rotunda. «Sí, nuestro ritmo circadiano está más alterado y dormimos peor», apunta. Pero, ¿es el calor la única causa que provoca ese insomnio? La neumóloga tampoco duda al contestar. «Es la más frecuente en verano, pero no la única» sentencia.
Para la neumóloga, la clave para huir de los problemas de sueño es establecer una serie de rutinas. «Hay que llevar unos ritmos de vida regulares, cenar ligero, que pase mucho tiempo desde que cenamos hasta que nos vamos a la cama...», enumera Roncero. «También la falta de luz nos ayuda porque hace que segreguemos la melatonina, que es la que nos ayuda a dormir», añade.
Esa es la teoría, pero lo que ocurre en verano es que todos esos factores cambian en las rutinas de numerosas personas, sobre todo si están de vacaciones. «Lo primero que hay que tener en cuenta es que el día dura más, hay más horas de luz y eso nos afecta», cuenta la responsable de la Unidad del Sueño. «A eso hay que añadir, además, que no llevamos un horario regular: tenemos más cenas, bebemos más alcohol y todo eso lo hacemos más tarde de lo habitual», relata la especialista del centro hospitalario logroñés. Así, las condiciones resultan menos favorables para conciliar el sueño. «Y a todo esto hay que sumarle el calor», remata Roncero.
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«Más incómodos»
Los expertos señalan que, para dormir bien, la temperatura no debe sobrepasar los 21 o 22 grados. ¿Qué ocurre cuando en la habitación hace más calor del recomendable? Se dificulta el proceso del cuerpo humano de termorregulación. «A través de ese proceso nuestra temperatura corporal baja, se segrega melatonina, se consume menos energía y se activan todos los mecanismos de descanso», relata Roncero. Todo eso es más complicado cuando hace demasiado calor. «Si tenemos más temperatura de la adecuada, tenemos más despertares por la noche, tardamos más en dormir bien y estamos mucho más incómodos», relata la neumóloga.
Y los efectos no se quedan ahí, sino que se trasladan al día posterior. «Si no dormimos bien, al día siguiente estamos más cansados, con menos energía, con peor estado de ánimo y, cognitivamente, tampoco nos encontramos en nuestra mejor versión», enumera la coordinadora de la Unidad del Sueño.
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Las consecuencias de un mal descanso son numerosas, pero, y aquí surge la última pregunta a la que Roncero da contestación, ¿cómo hacemos para dormir bien cuando el calor aprieta? En su respuesta, la neumóloga parte de una base. Y esa es que no solo hay que actuar en el momento de meterse a la cama. «Es muy importante cuidar la temperatura de la habitación en la que vamos a dormir durante todo el día», incide la especialista. «Si las previsiones apuntan a que va a hacer mucho calor, hay que bajar las persianas y mantenerla oscura para evitar que entre tanto calor y se genere un efecto invernadero dentro del cuarto», expone.
Y una vez que estamos en la cama, resulta «aconsejable» refrescar si desde la calle entra algo de aire. «También se puede poner el aire acondicionado, pero a una temperatura que no sea demasiado fría, alrededor de 22 grados, y arropándote con una sábana si es necesario», avisa. «Y esa sábana o el pijama han de ser de tejidos no transpirables», concluye.
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Un martes caluroso, pero no tanto como se esperaba
La jornada de este martes dejó máximas cercanas a los 38 grados en La Rioja. En Logroño, por ejemplo, se alcanzaron los 37,6, sin llegar a los más de 40 que marcaban las previsiones. El día, de hecho, amaneció con el cielo cubierto e incluso se registraron algunas lluvias a última hora de la mañana. Después, el sol se abrió paso, dejando de nuevo elevadas temperaturas en la comunidad autónoma, tal y como también ocurrirá hoy. De hecho, para este miércoles los vaticinios apuntan a que el mercurio oscilará entre los 23 y los 30 grados en Calahorra; entre los 20 y los 39 en Haro; y entre los 22 y los 40 en Logroño.
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