Almeida, aislado en el módulo 9 del centro penitenciario de Logroño

Francisco Javier Almeida, el presunto asesino del pequeño Álex en una vivienda de Lardero el 28 de noviembre del año pasado, regresó ayer a la cárcel de Logroño. Lo hizo después de permanecer durante más de siete meses y medio ingresado en el Centro Penitenciario de Segovia, al que fue trasladado apenas una semana después del crimen que conmocionó al país por razones de seguridad, debido a la escalada de tensión que desencadenó el suceso y ante el riesgo de que pudiera ser atacado por otros reclusos.

Tras llegar en torno a las 12.00 horas a la cárcel de Logroño (centro que ya conoce y en el que cumplió una parte de los 30 años a que fue condenado por la violación y asesinato en el 1998 de una agente inmobiliaria de 26 años), Almeida quedó ingresado en el módulo 9 de la cárcel logroñesa, el mismo en el que estuvo tras ser detenido por el crimen de Álex. Como sucedió entonces, permanecerá aislado del resto de los internos del centro para evitar posibles conflictos.

Almeida regresa a La Rioja para, en teoría, escuchar el próximo día 29 en el juzgado el testimonio de dos menores que, al parecer, estuvieron presentes en el parque Entre Ríos, ubicado en Lardero, la tarde-noche que presuntamente cometió el crimen. Almeida, que se habría identificado en al menos una misiva remitida al capellán de la cárcel de Segovia como «el que ha matado al niño de Lardero», se ha negado a prestar declaración en las tres ocasiones en las que se le ha ofrecido tal posibilidad. La última, el pasado 5 de abril, cuando compareció ante la jueza instructora por videoconferencia desde Segovia.