«Acabas siendo una familia y el pequeño que llega se convierte en un hijo más»
Sol y Paco y su hijo Fran han acogido en su hogar a cuatro menores, el último Yihad, quien confiesa: «La vida me ha regalado dos familias»
Da gusto verles. Crearon un hogar que hoy, pese a que los más jóvenes echaron a volar y sus obligaciones laborales han impuesto una distancia ... física importante, sigue unido. El destino y las decisiones de Sol Portoles y Francisco Castro construyeron una familia para siempre.
«Paco y yo decidimos adoptar hace 35 años y Fran tardó cinco años en llegar a casa, fue un embarazo bastante largo y duro, pero luego, claro, merece la pena, porque tenemos un hijo estupendo», arranca Sol un relato que sus hijos siguen por videollamada.
Un día de 2014 un reportaje en Diario LA RIOJA prendió una nueva chispa. «Era sobre familias de acogida, nos llamó muchísimo la atención y nos decidimos los tres, porque fue una decisión consensuada con nuestro hijo», explica Sol, que hoy es vocal de la asociación AFAAR. Tras pasar la prueba de idoneidad se estrenaron pronto. «Tuvimos una niña durante dos años y medio y después, dos niños, dos hermanos, una acogida familiar de urgencia de dos meses. Fue muy cortito, pero muy intenso y muy bueno», explica Sol, que en verano de 2017 recibió a Yihad. «Es muy especial, un chaval estupendo. Con él, como con cualquier hijo en plena adolescencia, hemos tenido momentos muy buenos, buenos y regulares, pero malos ninguno. Estuvo con nosotros cinco años, y ahora, aunque está trabajando en Holanda, sigue con nosotros», asevera. «Sí, sí, siempre», interrumpe Yihad con una sonrisa.
«Hemos tenido momentos muy buenos, buenos y regulares, pero malos ninguno. Yihad es especial, un chico estupendo»
Sol Portoles
Madre de acogida
«Para mí Yihad es mi hermano, claro. Lo era y lo sigue siendo aunque ahora estemos lejos»
Francisco Castro Portoles
Hermano de acogida
«Cada mañana hablo con Sol y en cuanto puedo voy a visitar a mi familia de Marruecos, pero también a mi familia de La Rioja»
Yihad
Menor en acogimiento familiar
«El acogimiento hay que vivirlo y descartar esas ideas de que no sé si voy a poder por si luego te lo quitan, se va… Primero, nadie te quita a nadie porque no es tuyo; pero, además, hay que ser consciente que si vuelven con su familia es lo mejor que les puede pasar. Siendo consciente de esto, esta figura logra que, sea largo o corto el acogimiento, que ese pequeño acabe siendo un hijo más», defiende Sol, que recuerda la anécdota de los dos hermanos acogidos: «Cuando el mayor se graduó en bachiller nos invitó al acto porque era el primero de su familia que lo lograba y nos presentaba a todos como su familia blanca. Al final acabas siendo una familia», asevera rotunda.
«Buenos días» diario
«Para mí Yihad es mi hermano, claro. Lo era y lo sigue siendo aunque ahora estemos lejos. Yo los recuerdos que más me han quedado son en positivo, porque claro yo era el hermano mayor y los momentos más difíciles de criar a un adolescente, como pasa en cualquier familia, eran para mi madre y mi padre».
Yihad se ríe a carcajadas y tarda unos segundos en poder hablar. «A mí la vida me ha regalado dos familias, porque además de la mía de Marruecos gracias a Dios he tenido la suerte conocer a la de Sol, Paco y Fran. Gracias a ellos he aprendido mucho, he madurado, me he reído mucho también. Hice la ESO en Logroño, luego una FP de informática y, también gracias a ellos, ahora estoy trabajando fuera y he aprendido muchos idiomas. Aunque ahora ya, con veinte años, no viva con ellos sé que siempre voy a tener ahí mi sitio y cada mañana hablo con Sol para desearnos los buenos días y en cuanto puedo voy a visitar a mi familia de Marruecos, pero también a mi otra familia, la de La Rioja».
Yihad no olvida y, más que dirigirse a las familias, lanza una mensaje a los niños que están en la situación que él vivió: «Yo les diría a los chicos que están en los centros que no tengan miedo de ir con las familias de acogida, porque creces mejor como persona con el amor y el cariño de una familia que al final eso es lo más importante«.
Por su parte Sol pone la diana en las personas que tienen dudas a la hora de acoger a estos niños: «A la gente le da mucho miedo porque en el acogimiento familiar, siempre que se puede, tienes contacto con la familia biológica, pero no hay que temer a eso tampoco porque cuando conoces a la familia biológica las cosas funcionan, ya que ellos ven que tú no quieres quitarle a nadie, que solamente estás intentando ayudar. Puede haber casos esporádicos, pero en general las familias biológicas y los acogedores nos llevamos bien y eso es importante para el menor, que es en definitiva el único importante en esto».
Fran asiente y aporta su visión de hermano: «Sí, yo a los chavales de las familias que estén valorando probar el acogimiento les diría que no se preocupen y que piensen que más que sentir celos porque sus padres van a cuidar a otro chico, lo que van a hacer es sumar y se van a ganar a un hermano de por vida, a alguien al que vas a querer y que te va a aportar mucho más, porque la visión de una persona que está en el sistema, en los servicios sociales, también te amplía las miras y valorar más y mejor otras cosas».
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