La marca de San Vicente
El pintor José Uríszar ha pintado la primera de las obras con un homenaje a la procesión de los disciplinantes
Cristina Valderrama
Jueves, 13 de abril 2017, 01:00
La procesión de los Picaos está arraigada a la historia de San Vicente de la Sonsierra. Se desconoce exactamente la fecha de su origen pero sí que hay que remontarse varios años atrás. La población ha sabido mantener el rito de sangre más allá de prohibiciones y restricciones y es una de las señas de esta localidad sonserrana.
Orgullosos de su historia y de su pasado, desde el Ayuntamiento de San Vicente de la Sonsierra han decidido plasmar con imágenes los elementos más importantes de su patrimonio cultural. Y sin duda han comenzado por la tradición de los disciplinantes.
El encargo de los murales, dos de ellos financiados con fondos de ADRA, se hizo a José Uríszar, pintor de Briñas afincado en Haro. Y el primero de ellos ya está listo para que lo puedan disfrutar todas las personas que acudan estos días hasta la localidad sonserrana.
El pasado miércoles se subía al elevador para empezar a marcar el boceto. La fotografía que ilustró la entrega de la Medalla de La Rioja a la cofradía por parte del Gobierno regional en el 2015 ha sido la imagen elegida para recordar a los Picaos.
Y en una semana Uríszar ha completado un trabajo que le ha tenido subiendo y bajando en el elevador para poder abarcar toda la extensión del medianil. Suerte ha tenido con el tiempo que le ha permitido trabajar a gusto y jugar con la luz, un factor importante a la hora de trabajar en exteriores.
«La pared tenía un tono ocre y los colores van cambiando porque la luz también afecta», asegura el pintor de Briñas. En su paleta estaban los tres colores básicos más el blanco y el negro y poco a poco ha ido consiguiendo las tonalidades que necesitaba.
El mural representa un Cristo al atardecer con un disciplinante regresando después de ejercer el rito de la disciplina. La pared también recuerda que es un Bien de Interés Cultural Inmaterial. Y en los próximos días se instalará un código QR en la misma imagen para que el turista pueda acceder a toda la información sobre los Picaos.
En esta semana, Uríszar ha ido escuchando los comentarios de los sonserranos y también ha leído las palabras que le dedican en las redes sociales. «El pueblo parece que está encantado y eso es bueno», asegura.
Terminada la Semana Santa continuará con el proyecto en la calle Zumalacárregui. Un mural sobre la basílica de Santa María de la Piscina, a cargo de los fondos ADRA, y otro sobre los lagares de Larrá, por cuenta del Ayuntamiento de San Vicente. Para mostrar el patrimonio desde todos los ángulos.
