Tensión y cautela en Bruselas

A la estela de París, el miedo alcanzó de lleno el pasado fin de semana Bruselas.

La capital de Europa y sede de la OTAN amaneció el sábado en nivel de alerta máxima por el riesgo de ataques terroristas, cuando el primer ministro belga, Charles Michel, alertó de la posibilidad de un atentado similar al ocurrido en la ciudad parisina.

La imagen de Bruselas el fin de semana fue desoladora, tropas de militares patrullando y multitud de colegios, museos, teatros, restaurantes y centros comerciales cerrados a cal y canto, impidiendo a los residentes realizar los quehaceres cotidianos.

Muchos riojanos residen en la actualidad en la capital europea, y tres de ellos han podido relatar de primera mano cómo han vivido el temor que ha azotado Bruselas.

Marta Romo, responsable de la Oficina de La Rioja en Bruselas, que se encarga de la defensa y promoción de los intereses riojanos ante las Instituciones Comunitarias, comunicó ayer a Diario LA RIOJA que el sábado salió «como hace siempre» para desayunar con su hija, realizar unas compras, y fue entonces cuando le comenzaron a llegar mensajes advirtiéndole de que no había metros y que algunos tranvías tampoco estaban en funcionamiento. «En ese momento nos dimos cuenta de que había aumentado el nivel de alerta y decidimos volver a casa. El despliegue de seguridad que había -añadió- fue lo que más nos llamó la atención, vimos que realmente estaba pasando algo porque de noche a la mañana se cerró todo». La riojana relata que «la tensión y la precaución se mantienen a día de hoy» en Bruselas y exprime que «durante un tiempo tendrá consecuencias en las actividades de ocio».

Por su parte, la eurodiputada riojana Esther Herranz afirmó que lo que se ha producido en Bruselas es «un cierre de la ciudad». «Bruselas -prosiguió- parecía una ciudad que estaba peor que un domingo, con las calles vacías, sólo el ejército patrullando». Aún así, lo más relevante para la eurodiputada es la seguridad y las detenciones que se están produciendo de los sospechosos. «Mientras estén controlados estamos más seguros, pero la vida sigue y el yihadismo no puede frenar la actividad. Hay que seguir con nuestra vida -insistió-, con todo el cuidado y la precaución del mundo, pero los terroristas no pueden marcar la agenda de Europa». Herranz explicó que la preocupación es latente, y que los padres de algunos chicos que están realizando su Erasmus+ en Bruselas se han puesto en contacto con ella para saber que están bien y controlados.

Otra riojana, esta vez la calagurritana Irene Gutiérrez, nos contó que lleva con su marido desde septiembre del 2013 residiendo en Woluwe-Saint-Pierre, una de las 19 comunas de Bruselas, y aseguró que desde su llegada a la capital europea es el suceso «más impactante» que ha vivido allí. «La vida en la capital europea es muy tranquila», dijo. Esta riojana que acaba de dar a luz admite haber vivido lo sucedido «con bastante miedo». «He tenido familiares durante el fin de semana y hay mucha inseguridad para salir con niños pequeños, la gente no está segura ni para ir a restaurantes ni para terrazas», indicó. «Las personas dicen que hay que resignarse y quedarse en casa, vas sólo a los sitios puntuales a los que tienes que ir», afirmó. Irene expresó que a su hija no le ha explicado nada de lo acontecido, sólo que no podía ir al colegio porque lo están arreglando. «Son cosas que no entendería por su corta edad», señaló.