Nagovitsyna, en una de sus ascensiones a la montaña. N. NAGOVITSYNA

El rescate imposible de Nagovitsyna

Kirguistán suspende las operaciones para salvar a la montañera rusa, que se rompió una pierna a 7.150 metros tras hacer cumbre en el Pobeda

Juan Pablo Martín

Miércoles, 27 de agosto 2025, 22:15

La alta montaña concede contadas oportunidades. «Sabemos dónde está, pero es imposible acceder a ella». El domingo pasado Dmitri Grekov, responsable del campo base del ... pico Jengish Chokusu –también conocido como Pobeda– confirmó a la agencia de noticias rusa TASS la imposibilidad de rescatar con vida a la alpinista Natalia Nagovitsyna. Los helicópteros de Kirguistán no tienen capacidad de volar a semejante altura. La montaña más elevada del país (7.439 metros) se ha cobrado una nueva víctima.

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Los intentos de bajar con vida a la rusa, de 47 años, resultaron infructuosos. Desde el 12 de agosto permanecía a 7.150 metros tras romperse una pierna en el descenso de la cima. Trece días después las autoridades confirmaron la suspensión definitiva de las operaciones debido a las extremas condiciones meteorológicas. «Todos los escaladores y expertos coinciden en que lamentablemente ya no está viva», informaron.

La alpinista sufrió un grave accidente tras alcanzar la cumbre junto a su guía. A poco de iniciar el descenso se resbaló y se fracturó la pierna. Su acompañante le proporcionó los primeros auxilios y la dejó en una tienda, sin comunicación por radio, antes de descender al campamento base para buscar ayuda urgente. Las condiciones en la montaña convertían su situación en crítica. Dos alpinistas, un italiano y un alemán, en una misión heroica lograron llegar hasta Nagovitsyna. Le proporcionaron una bolsa de dormir, una estufa, un cilindro de gas y algo de comida, elementos esenciales para su supervivencia, pero no la pudieron bajar. Agotados y atrapados en una tormenta con vientos huracanados y visibilidad nula, quedaron varados a unos 6.800 metros.

El italiano, afectado por congelaciones severas en las manos y con un edema cerebral de altitud e hipotermia, falleció durante el descenso. El alemán logró alcanzar el campo base en estado delicado de salud. Tras el intento fallido, un helicóptero Mi-8 del Ministerio de Defensa de Rusia, enviado para evacuar a Nagovitsyna y otros alpinistas heridos, se estrelló cuando aterrizaba a 4.600 metros por el mal tiempo. A bordo viajaban nueve personas, incluidos el piloto y dos rescatistas, que sufrieron distintas fracturas.

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El 19 de agosto un dron sobrevoló la zona y confirmó que Nagovitsyna seguia viva. Una jornada más tarde, un equipo de cuatro rescatistas alcanzó el campo 2 con la intención de seguir su ascenso al aprovechar una breve ventana de clima estable. Las nevadas y la visibilidad nula ralentizaron el progreso. La ruta para alcanzar la cumbre del Pobeda en condiciones normales requiere entre 5 y 10 días. Con tiempos desfavorables resulta prácticamente imposible.

El domingo pasado se programó un nuevo intento. Un helicóptero Eurocopter, con un piloto italiano experto en vueltos en altura, iba a tratar de alcanzar a la alpinista. El mal tiempo lo echó por tierra.

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Nagovitsyna ya vivió otra tragedia en la montaña. En 2021, su esposo murió de un derrame cerebral a 6.900 metros en el cercano Khan Tengri. La alpinista quería coronar los cinco 'sietemiles' de la antigua URSS para obtener el título de Leopardo de las Nieves. El Pobeda fue su quinta cima. La última.

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