«No lograr la plaza olímpica es un poco espinita, todos soñamos con ello»

– ¿Levaba mucho tiempo rumiando esto?

– Yo esto lo llevo pensando desde Tokio, más o menos, después del intento fallido. Me dio un poco de pena pero quedaban pocos años para París y fue todo un poco más rápido. Ya dije que París sería mi última oportunidad y que ahí ya lo dejaba, tanto si conseguía la plaza como si no.

– Y no se ha conseguido...

– Pues no, no se ha podido.

– ¿Tiene la sensación de que los españoles, en tiro, compiten en inferioridad de condiciones con el resto de países?

– Es que, en nuestro caso, no es conseguir mínimas sino conseguir podios en pruebas concretas. Y eso está muy difícil. Veo equipos de países vecinos que viajan igual diez tiradores, van con su seleccionador, su fisio, su psicólogo... Tienen mucho más estructurado el equipo y viajan absolutamente todos.

– Cualquier parecido con las condiciones en las que compite España es pura coincidencia.

– Yo, este año, he podido ir a todas o casi todas las pruebas pero porque tengo la suerte de tener una beca del Ayuntamiento de Logroño, otra del Gobierno de La Rioja y otra del Team España. Lo he podido hacer por mis becas.

– ¿La Federación no ayuda?

– A ver, la actual federación está intentando salvar una deuda heredada de la anterior federación. Es verdad que creo que a día de hoy no tiene ningún tipo de deuda. Pero claro, llevamos desde 2016 sin un seleccionador como tal, sin alguien que pueda enseñarnos. Falta mucha estructura dentro de la Española, a nivel de técnicos, administrativos, de todo. Ahora mismo creo que no está nada estructurada la Federación.

– Mirando hacia atrás, ¿con qué se queda de todos estos años en la alta competición?

– Tengo que agradecer mucho a este deporte porque creo que, aparte de que me encanta y lo he podido disfrutar de estos años, hay otra cosa que siempre me ha encantado y es el viajar. Y que gracias al tiro he podido viajar por casi todo el mundo. Es lo que me llevo, conocer otras culturas, de... Tengo una minifamilia en el mundo del tiro. Con esas pequeñas cosas también me quedo.

– ¿Cómo acaba Paula Grande en el tiro olímpico?

– Desde pequeña era de pedir pistolas a los Reyes Magos, de ir con mi padre a fiestas de pueblos y tirar al pichón, a los palillos, las bolas, los muñecos... Mi madre, un día, se debió cansar (risas) y vio que en los Juegos Deportivos había una cosa que se llamaba tiro y me apuntó.

– ¿De quién se acuerda de aquellos años?

– De Roberto Romero, por supuesto, que nos aguantaba a todos. Aitor Romero, a Emilio, a Juan Carlos Sánchez de la Nieta, a Martínez Encabo... Teníamos un grupo muy bueno y a día de hoy, algunas de mis mejores amigas, las he sacado de este deporte.

– ¿Hay relevo de Paula Grande?

– Sigo pensando que Zahra González sí tiene un futuro bastante bueno. No sé lo que le deparará ahora estar en Estados Unidos estudiando y entrenando. La sigo y a ver si puedo quedar con ella para ver qué tal le va todo. Pero yo creo que por ahora le va bastante bien.

– La Rioja tiene una de las mejores instalaciones del país en Prado Salobre. ¿Eso es una ventaja para los tiradores riojanos?

– Sí es verdad que el Prado Salobre está muy bien, pero nunca lo hemos llegado a usar mucho. Nos pillaba mejor la pequeña galería del club, que está en el centro de Logroño. A ver si se anima un poco más de gente que el tiro tiene poca gente joven.

– En todos estos años, ¿tiene una tirada de la que esté especialmente orgullosa o que recuerde con más cariño por algo?

– Tengo dos. Una en Alicante, cuando tenía 15 años, la semana anterior fue el campeonato de España y esta prueba era mixta, con tiradores internacionales. Fui de las pocas chicas que tiré, hice récord de España absoluto a nivel de puntuación hombres y gané la competición.

– ¿Y la segunda?

– En enero del 2020. Fue un gran premio internacional e hice récord de España con muy buena puntuación y salí emocionada porque veía que podía conseguir la plaza para Tokio.

– ¿Esa plaza olímpica es la espina clavada en su carrera?

– Es lo que me ha faltado, es un poco espinita. Todos soñamos con ello, con representar a España en unos Juegos Olímpicos.