Entre Prado Viejo y Zubieta

Pablo Marín (Logroño, 2003) jugaba el año pasado con el EDF la liga infantil de fútbol de los Juegos Deportivos. Era uno de los destacados del equipo y eso había hecho que fuera seguido desde meses antes por los ojeadores de la Real Sociedad de San Sebastián. Cada día acudía a entrenarse junto a sus compañeros de equipo a Prado Viejo; un día a la semana entrenaba en la Escuela de Fútbol que el club donostiarra tiene en La Rioja, y de vez en cuando, cambiaba la camiseta color vino de la Escuela de Fútbol Logroño para enfundarse la elástica blanquiazul y defender el escudo 'txuri urdin' en algún torneo amistoso de los que disputaban los vascos en el norte de España.

Jugador de la Real

Pero esta temporada la situación cambió. El equipo blanquiazul ha querido tener más cerca al hijo del que fuera capitán del Club Deportivo Logroñés -Fernando Marín- y le invitó a sumarse a su equipo cadete (aunque él es infantil) para participar con los donostiarras en la liga vasca.

Así, ahora, el joven centrocampista entrena un día a la semana con sus ex-compañeros del EDF en Prado Viejo; otro día lo hace a las órdenes de Javier Valgañón y los otros técnicos de la Escuela de Fútbol de la Real Sociedad aquí en La Rioja; y ya el viernes por la tarde, un taxi procedente de San Sebastián recoge al jugador logroñés en la capital riojana y lo lleva a Zubieta donde realiza la última sesión de entrenamiento con sus compañeros del equipo vasco.

Ya no vuelve a su domicilio sino que se aloja en la residencia para jugadores que el club donostiarra tiene para jugadores en sus mismas circunstancias y el sábado por la mañana juega el partido correspondiente a la liga cadete de los Juegos Deportivos del País Vasco vistiendo la camiseta de la Real Sociedad.

Tras el encuentro, vuelve a su casa a Logroño, para descansar y volver a iniciar la semana, pensando en -algún día- alcanzar el fútbol profesional como hiciera su padre hace un par de décadas con Club Deportivo Logroñés y Badajoz.