Tiger

Jon Rahm cumple el sueño de la Ryder Cup ante el renacido Tiger

El «Tigre» ruge de nuevo tras ganar el Tour Championship y acabar con cinco años de sequía

AFP/COLPISA

Lunes, 1 de octubre 2018, 22:32

Saint-Quentin-en-Yvelines. Jon Rahm cumplirá un sueño al ser seleccionado por primera vez para jugar la Ryder Cup. La competición y Severiano Ballesteros tuvieron mucho que ver en que se dedicara a este deporte, donde es ahora octavo en el ranking mundial. En 1997, cuando Jon Rahm no había cumplido los tres años, sus padres, Edorta y Angela, asistieron a la Ryder Cup que se disputó en Sotogrande. El capitán era Severiano Ballesteros y Europa ganó aquel torneo.

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El padre de Jon, gran deportista, comenzó a jugar al golf y transmitió esa inesperada pasión a su hijo. Más de 20 años después de aquello, Rahm, que fue mejor jugador del mundo amateur, afirma ser un «enfermo» del golf y gran seguidor de Severiano Ballesteros.

Rahm vive en Phoenix (Arizona), donde se graduó en comunicación en 2016. Cuando fue elegido para formar el equipo europeo que se enfrentará a Estados Unidos en Saint Quentin en Yvelines, en las afueras de París, un sueño de hizo realidad. Será el undécimo español en disputar el torneo, y en esta ocasión estará junto a Sergio García, que ya ha disputado ocho y ganado cinco. «Significa mucho para mí estar en el equipo europeo. Ante todo soy europeo», afirmó al ser seleccionado. «Siempre quise jugar la Ryder Cup y siempre quise formar parte del equipo europeo», añadió en aquella ocasión.

Severiano Ballesteros tuvo mucho que ver en su apego al golf. «Fue una gran influencia. De una manera indirecta tengo que darle las gracias. Si mi padre, tras seguirlo e 1997, no hubiera jugado al golf, yo no estaría aquí», señaló.

Enfrente tendrá a un mito que está de vuelta. Tiger Woods ha vivido cuatro cirugías en su espalda por sus dolores de espalda y, al final, fue sometido a una fusión espinal que apenas le permitían caminar hace unos meses pero este fin de semana ganó el Tour Championship y puso fin a una sequía de títulos que duraba cinco años. «Lo peor fue no saber si iba a poder vivir sin dolor. Me preguntaba si un día podría sentarme, levantarme o estirarme sin sentir dolor. No quería vivir así. Jugar al golf me parecía imposible, no podía sentarme ni andar ni estirarme sin tener dolor en la espalda y mi pierna durante un largo periodo de tiempo», explicó tras su éxito», explicó visiblemente emocionado el golfista estadounidense.

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En un East Lake Golf Club lleno a rebosar, Tiger encaró el último hoyo con una amplia sonrisa, sabiendo que tenía el título en sus manos. «Lo pasé mal conteniendo las lágrimas en el último hoyo. No dejaba de decirme: 'Eh, aún puedes tirarla fuera. Pero una vez metí la bola en el green, choqué la mano de Joey (LaCava, su caddie) porque sabía que lo había conseguido», añadió.

Su último éxito databa de agosto de 2013, cuando se consagró en el Bridgestone Invitational. Entonces nadie pensaba que tardaría 1876 días en volver a levantar un trofeo,el 80º en la PGA.

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