UD Logroñés: al cielo o al infierno
Los blanquirrojos se juegan, prácticamente, la temporada en marzo. Si salen victoriosos, se disparan en la tabla; si caen, verán crecer sus problemas clasificatorios
Dicen en el mundo del fútbol que al rival no hay que tenerle miedo, pero sí respeto. Y aseguran, entre otras muchas frases, que el ... fútbol es un estado de ánimo. La UD Logroñés afronta un mes de marzo en el que puede tocar la gloria celestial o quemarse en el fuego infernal. Y es que el equipo de Valdegastea encadena una serie de encuentros que incluye a Eibar B, Utebo, Calahorra, SD Logroñés y Arenas antes de comenzar abril con la visita a Las Gaunas del Anguiano.
El momento no es el mejor, pero el momento no se puede elegir. En la primera vuelta, esa racha supuso el principio del fin de Miguel Flaño en el banquillo. Tres empates, una apurada victoria sobre el Calahorra y la primera derrota de la temporada, frente al Utebo. El reto, ahora, es mayúsculo y este mes va a marcar el futuro del equipo en la categoría. Decía Luis Aragonés cuando su equipo encaraba los últimos diez partidos que había llegado el momento de la verdad en la competición, en el que se define todo. Y en ese escenario entra la UD Logroñés y con una cuesta pronunciada que afrontar.
El reto es mayúsculo por todo. Anímicamente, en el banquillo hay dudas. Sergio Rodríguez expresó las propias públicamente el domingo. «No soy capaz de sacar mayor rendimiento a esta plantilla y lo tiene», admitió antes de rechazar que se tratase de un mensaje a Félix Revuelta para propiciar el relevo en el banquillo y de contradecir ese primer mensaje. «Me veo capacitado y no soy de tirar la toalla», aseveró. Entendible si se comprende que el fútbol son momentos muy concretos. Ahora bien, el técnico no tenía en su agenda entrenar esta temporada y lo que comenzó siendo cuestión de un par de semanas ha sido para todas las semanas de la temporada.
Deportivamente, la UD Logroñés solo ha ganado a uno de los cinco equipos a los que medirá este próximo mes. Sumó los tres puntos ante el Calahorra, recibió un severo correctivo en Utebo y empató contra Eibar B, SD Logroñés y Arenas. Los cuatro le preceden en la tabla y viven un mejor momento. El conjunto guechotarra pasó por unas malas semanas al inicio de la segunda vuelta, pero ha sido capaz de recuperarse y, además, tenía un colchón de puntos que le daba margen al error, algo de lo que carece la UD Logroñés.
Y deportivamente, y más allá de los marcadores, la plantilla. Genera confusión y escasa ilusión entre el aficionado. La cuestión es si esas sensaciones han anidado en el seno del vestuario. Los cambios en la portería no ayudan, como tampoco carga de la máxima responsabilidad a quienes han llegado desde la cantera. Su función no es liderar, sino crecer de la mano de jugadores más experimentados. Las lesiones tampoco favorecen. La UDL siente la ausencia de Antonio Caballero, posiblemente el jugador con más inteligencia para crear o de Sarriegi, a pesar de no haber alcanzado el nivel del pasado año, sin olvidar las que han vivido jugadores como Bobadilla, Ugarte, aún, o Iñaki, que ya se conocía. La consecuencia, el origen, no es otra que Sergio Rodríguez, continuísta, no ha repetido once desde que asumió el cargo, pero las modificaciones que ha introducido, hasta cinco en partido como el jugado en Guernica o frente al Tudelano, no han dado tampoco el fruto esperado, que no es otro que la victoria.
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