Escasa recompensa para tanto esfuerzo
La SD Logroñés empata en el tiempo añadido, de penalti, un duelo que dominó de principio a fin pero en el que no vio portería
Un punto, por la vía de la agonía, de penalti en el tiempo añadido. Así se resume el botín de la SD Logroñés ante el Gernika en un partido que controló en todo momento pero que se puso cuesta arriba cuando los vascos se encontraron con un golazo.
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La puesta en escena de la SD Logroñés fue buena. Dominaba el balón y jugaba con criterio, casi siempre por banda derecha, para llegar al área del Gernika. Los blanquirrojos sumaban ocasiones, no excesivamente claras, pero la constancia es una virtud. Tenía que llegar la recompensa.
Sin embargo, fue Arbelas el que no olvidará su paso por Las Gaunas porque enganchó un disparo lejano que se estrelló contra el larguero de la portería de Kike Royo y entró a gol. El fútbol no estaba siendo justo con la Sociedad. Pero la única unidad de medida en este juego es el gol y lo cierto es que los riojanos se ponían por detrás en el electrónico.
No se amilanó la SD Logroñés con el gol. Al contrario, pasó a ser dueño y señor del balón. A punto estuvo de empatar Sergio Gil desde la frontal del área pequeña, pero su disparo salió alto. Y minutos después fue Traoré el que lo intentó desde lejos y el balón acabó en las manos del portero.
Una buena arrancada plena de fuerza del propio 9 local pudo significar el empate, pero la defensa encimó bien al ariete para que llegara desequilibrado al mano a mano con Oier. La SD Logroñés sumaba méritos para empatar y solo habían pasado 25 minutos.
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A partir de entonces el juego comenzó a trabarse demasiado y desapareció la continuidad que había existido hasta el momento. Antes, Bilal tuvo tiempo para poner un buen pase de la muerte que nadie acertó a rematar.
Sánchez la tuvo antes del descanso pero su disparo salió demasiado alto. Y en la última acción de la primera parte Bilal pecó de inocente con un tiro cruzado que blocó bien Oier. Descanso.
No cambió la decoración en la segunda parte y la SD Logroñés siguió con el acoso al área de Oier. Un robo de Bilal en banda izquierda permitió al blanquirrojo pisar área y poner la pelota atrás pero el disparo de Sergio Gil con su pierna buena fue directo a las manos del portero. Gran ocasión en el minuto 54. Y solo dos minutos después jugada casi calcada pero ahora Gil estaba mejor situado aún, pero se le quedó algo atrás el centro. Las Gaunas casi podía paladear el empate.
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Con media hora por delante la SD Logroñés ya jugaba por completo en el campo vasco a excepción de Royo. Y con pocos espacios es más complicado combinar rápido y con criterio.
De nuevo Sergio Gil, a la salida de un saque de esquina, enganchó una buena volea que detuvo Oier en el suelo. Corría el minuto 70. Cantabrana movió el banquillo en busca de un desatascador y dio entrada a Núñez y Aguinaga en lugar de Guerra y Lazkano.
Muy basculado a su banda izquierda, Bilal se convirtió en el recurso más socorrido por la SD Logroñés pero los riojanos fallaban en el último pase.
En el minuto 82, en pleno acoso blanquirrojo, Ibaizuaga ganó un balón a la espalda de Ander y se plantó solo ante Royo, que salió victorioso en el mano a mano salvando lo que pudo ser la sentencia.
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En el tramo final, con más corazón que cabeza, la SD Logroñés lo intentó de todas las maneras: jugada, tiro lejano, balón parado..., pero sin puntería.
Y cuando todo parecía perdido, en el tiempo añadido, un barullo dentro del área visitante termina en mano de la defensa y penalti a favor de la SD Logroñés. Sergio Gil asumió la responsabilidad. Su disparo raso y ajustado al palo derecho de Oier besó al red y recompensó, en parte, el esfuerzo de los locales. Empate y fin de partido.
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