Simeone y Almeyda, el reencuentro entre dos amigos que echa humo
Los técnicos del Atlético y el Sevilla coincidieron en el mejor Lazio y compartieron habitación en la Albiceleste, donde El Pelado fumaba y molestaba al Cholo
De compañeros de equipo y prolongada convivencia en la Albiceleste a amistosos y apasionados rivales en el banquillo. Los bonaerenses Diego Pablo Simeone y Matías ... Almeyda, quienes se profesan una admiración mutua que trasciende lo meramente profesional, se reencontrarán este sábado en las zonas opuestas del Metropolitano con motivo del atractivo duelo que enfrenta al Atlético con el Sevilla, correspondiente a la undécima jornada de Liga.
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El Cholo y El Pelado coincidieron muchos años en la selección argentina y también en un histórico Lazio durante la temporada 1999-2000. Bajo la dirección del legendario entrenador sueco Sven-Göran Eriksson, el colchonero era indiscutible en el equipo que se coronó en la Serie A, la Copa y la Supercopa de Europa.
Simeone y Almeyda compartieron vestuario en el Olímpico de Roma con profesionales de la talla del portero Luca Marchegiani, los defensas Alessandro Nesta, Sinisa Mihajlovic, Roberto Sensini o Fernando Couto, centrocampistas como la Bruja Verón, Dejan Stankovic o Pavel Nedved, el enganche Roberto Mancini y los delanteros Kennet Andersson, Alen Boksic, Marcelo Salas, Simone Inzaghi o Fabrizio Ravanelli.
En la previa de este choque, Almeyda, bromeó sobre la relación con su colega, dos tipos que se conocen bien. «Le iba a llamar ayer (por el jueves) para preguntarle cómo iba a formar, pero no le gusta (risas). Conviví con el Cholo ocho años dentro de una habitación en la selección argentina. Lo conozco, lo respeto y lo quiero. Jugamos juntos, ganamos un Scudetto, sufrimos, nos reímos, lloramos. Aparte está Nelson Vivas, también un gran amigo que tengo ahí. Un grandísimo tipo y tengo mucho respeto por ellos».
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El cigarrito de antes de dormir
Almeyda relata una anécdota de lo más curiosa. El preparador hispalense acostumbraba a fumarse un cigarrillo antes de dormir, algo que incomodaba a Simeone. «Yo, con mi personalidad, trataba de tirarle todo el humo», bromea Almeyda. Este episodio pone de relieve sus diferencias humanas y profesionales. Ya en esa época, el Cholo era un tipo muy metódico, detallista y apasionado del fútbol, mientras que Almeyda era más relajado. A partir de la convivencia surgió un enorme respeto dentro de las diferencias de carácter y de entender la profesión.
Ya en el inicio de sus trayectorias como entrenadores, Almeyda reconoció de forma pública su admiración hacia el Cholo. Cuando Simeone comenzó, le llamó para integrar su cuerpo técnico, pero no aceptó ese rol porque prefería ejercer como primer entrenador. «Le quiero como un amigo y le admiro como entrenador. Cuando él arrancó, me llamó para que fuera parte de su staff. Le dije que sí, pero a la tarde me arrepentí y le dije que no. Aparte de que veíamos el fútbol diferente, quería jugar un tiempo más y mi intención, por otra parte, no era ser ayudante sino entrenador principal», cuenta Almeyda.
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Pasión, trabajo y convicción
El Cholo también le lanza flores: «Él fue sincero para decirme que todavía no estaba para emprender ese camino, pero siempre tuve claro que acabaría dirigiendo equipos porque había visto en él cosas importantes. Matías es un entrenador que me gusta. Es valiente, auténtico, de ideas claras. Siempre le transmite a sus equipos pasión, trabajo, entereza y, sobre todo, convencimiento. El Sevilla juega exactamente como es él. Es uno de los equipos que mejor presiona».
Los estilos que tratan de imprimir a sus plantillas no negocian el esfuerzo, pero presentan también diferencias. Simeone está obsesionado con la intensidad, la rapidez en las transiciones, el trabajo colectivo, la mentalidad de lucha y el enfoque sobre todo en la estructura defensiva. Almeyda, definido en Sevilla como «una mezcla de Simeone y el chileno Jorge Sampaoli», se inspira en parte en el Cholo, pero añade su propia identidad. Confiesa que que le gustaría «hacer en el Sevilla lo que Simeone ha hecho en el Atlético», básicamente en el sentido de poder asentarse mucho tiempo en el club hispalense y generar una identidad de equipo reconocible.
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El Cholo tiene 55 años y disputó un total de 106 encuentros con la Albiceleste; Almeyda es cuatro años menor y actuó en 40 oportunidades con Argentina. Llegan al choque de hoy con dinámicas opuestas. Mientras el Atlético ha conseguido sumar seis de seis ante Osasuna y Betis, el Sevilla encadena dos derrotas consecutivas ante Mallorca y Real Sociedad. Pero Almeyda liquidó al Barça y acabó con una pésima racha de una década del Sevilla ante el equipo azulgrana, y ahora ambiciona el primer triunfo en Liga del Sevilla en el Metropolitano. Y es que han pasado 17 años y 49 partidos desde la última victoria sevillista en feudo de alguno de los tres grandes. Fue en 2008 cuando los hispalenses, entrenados por Manolo Jiménez, vencieron por 3-4 en el Santiago Bernabéu, lo que provocó la destitución de Bernd Schuster como técnico merengue.
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