La melodía perfecta de un ascenso
La música de la charanga de Makoki animó a los cerca de dos mil espectadores que reunió ayer la final contra el Cacereño
Cualquiera que pasase ayer por las inmediaciones de Pradoviejo sabía que algo grande se cocía en Logroño. Algo tan grande como volver a la liga de las estrellas del fútbol femenino nacional. El sueño estaba a tan solo un paso, tan solo hacía falta consumarlo sobre el césped. Fuera de él, la celebración ya había comenzado al son de uno de los mayores representantes de la fiesta riojana, Makoki y su charanga.
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Como en los viejos tiempos, la banda ocupó un lugar privilegiado en la grada para poner la banda sonora de todos y cada uno de los acercamientos del DUX Logroño. Y fueron muchos.
Del 'Himno a Logroño' se pasó a 'La Morocha' con el incansable aliento de una afición que se convirtió en el coro perfecto del festejo deportivo. El 'A por ellas' pronto mutó en el grito de guerra que rugía desde lo más profundo cuando los goles fueron entrando al son de '¡A Primera, oé!'. Ni siquiera el medio centenar de fieles del Cacereño –que no dejaron de animar ni un segundo a las suyas– pudo cambiar el destino.
Las riojanas eran un vendaval imposible de detener y cuando el árbitro señaló el final, el campo explotó. Champán (congelado) al aire, lágrimas en los ojos y abrazos que decían más que mil palabras. El público saltó al campo para aupar a sus chicas a la máxima categoría, para festejar junto a ellas todo lo que ya habían hecho por La Rioja. Y eso que aún quedaba Murrieta.
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