El Grafometal reacciona tarde y muere en la orilla

Porque no comenzó bien el equipo verdeamarillo. En los primeros minutos se equivocó demasiado ante un rival como el Bera Bera que no perdona, que castiga cada error con goles. Y en ese lapso, el Grafometal falló dos penaltis y varios lanzamientos desde los seis metros, además de cometer innumerables pérdidas.

Así, el equipo donostiarra rompió el partido rápidamente (3-9, minuto 13). Para aquel entonces, Juanjo González ya había solicitado un tiempo muerto que no surtió efecto. Con la entrada de Karia Sidibe y Mina Novovic el Grafometal empezó a carburar, Silvia Ederra encontró más huecos en la línea del pivote y las locales redujeron distancias (9-14) al descanso.

Todavía quedaba un mundo para meterse nuevamente en el encuentro, pero las de Juanjo González empezaron a trabajar con más orden, tanto en ataque como en defensa. El Bera Bera se empezó a nublar y Geandra Rodrigues cerró su portería. Poco a poco, el Sporting se metió en el encuentro.

En el ecuador de esa segunda parte, las distancias solo eran de tres goles (17-20, minuto 45), aunque Esther Arrojería, Laura Hernández y Elba Álvarez sostenían al conjunto guipuzcoano, que no veía peligrar, de momento, su triunfo.

Una exclusión de Ogonovszky a falta de diez minutos fue aprovechada por las riojanas para achuchar más a las vascas, que empezaban a fallar demasiado en su modo ofensivo. Blanca Benítez puso a las suyas un gol abajo (24-25) con cinco minutos por delante.

Los nervios se apoderaron de las jugadoras del Super Amara y Geandra realizaba una nueva parada. Pero la precipitación volvía a condenar a las logroñesas. Gavilán se marchó excluida y el Grafometal quiso dejar todo en la pista. Por esfuerzo y ganas no iba a ser. Paula Morales recuperó un baló en defensa y, ahora sí, el empate quedaba en manos de las locales. Los árbitros no pitaron un penalti a Novovic y el lanzamiento de Lewandoski se marchó fuera. Cayó el Grafometal, como era de esperar, pero con orgullo.