El Ciudad de Logroño recupera su ADN a tiempo
Los franjivino logran una victoria en un duelo mucho más difícil de lo que se adivina por el marcador
Victoria. Sufrimiento y victoria. Pero nadie dijo que esto iba a ser fácil. El Ciudad de Logroño regresó a la senda del triunfo gracias a ... un partido de pico y pala en Torrelavega (27-31) que decidió en los últimos diez minutos. Fue entonces, y solo entonces, cuando el equipo de Velasco recuperó su adn: defensa férrea y eficacia en ataque para que los locales no tuvieran opciones de correr. Además, Ledo, que hasta el momento no había destacado, detuvo tres balones seguidos que se convirtieron en la sentencia para los locales.
La primera parte de Torrelavega fue rara. En cierto modo condicionada por el listón arbitral que provocó un aluvión de sanciones disciplinarias. En la primera parte hubo siete exclusiones –tres para los locales y cuatro para los franjivino– y una tarjeta roja directa para el central del Torrelavega Isidoro por un golpe en la cara a El Korchi.
Todo esto condicionó el juego que durante mucho tiempo se desarrolló con alguno de los dos equipos en inferioridad. Lo mejor de los riojanos llegó desde los seis metros y desde el punto de penalti. Roly Uríos fue un dolor de cabeza para la defensa del Torrelavega. Recorrió muy bien la línea, se ofreció a sus compañeros y estuvo perfecto de cara a puerta (cinco goles en cinco lanzamientos). Y desde los siete metros David Cadarso demostró mucha tranquilidad –cuatro transformados con un cien por cien–.
Las porterías estaban igualadas y era la defensa local la que sufría más. Los cántabros se alimentaron de los errores riojanos. Especialmente sangrante el del último ataque que aprovechó Alonso para subir el 13-15 al electrónico. Descanso. Ligera ventaja riojana en un partido extraño.
Intercambio de goles
El regreso de los vestuarios presentó un duelo de intercambio de goles, sin muchas defensas, aunque siempre con los franjivino por delante en el electrónico. Fue Palomino el jugador más inspirado en esos minutos, mientras los colegiados seguían excluyendo jugadores de ambos equipos.
A medida que se acercaban los últimos minutos subía la tensión en cancha. Agarrones, empujones, protestas... Y entonces apareció Xoan Ledo en la portería del Ciudad de Logroño. El portero gallego encadenó tres paradas consecutivas. Tres balones que sus compañeros supieron aprovechar –dos goles de Preciado y otro de Uríos desde los seis metros– para abrir un hueco, pequeño, pero insalvable a la postre para los de Torrelavega.
Para entonces, los locales habían probado un cambio defensivo, pasando del 6-0 al 3-2-1 para intentar minimizar las circulaciones riojanas y provocar ataques rápidos.
Tímida reacción local que se encargó de detener en seco Ledo, de nuevo, mientras en ataque Edu Cadarso y Preciado sellaban la victoria definitiva. Prueba de carácter y personalidad superada para un Ciudad de Logroño que comienza su despegue. ¿Hasta dónde? Lo veremos. De momento, próxima parada: Valladolid en el Palacio (sábado 23, 17.30 h.).
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