El Ciudad de Logroño, con las manos vacías y el alma rota
Adiós a Europa. ·
Una pésima gestión en los últimos minutos dejan a los franjivino sin final de Copa ni billete continentalSin final de Copa del Rey ni billete europeo. El Ciudad de Logroño se quedó con las manos vacías y con el corazón hecho trizas ... después de la peor gestión que se recuerden. Porque los franjivino ganaban por cuatro goles a falta de seis minutos, cuando Álex Mozas solicitó un tiempo muerto.
A partir de ahí, todo se fue al traste: el Torrelavega recortó a través de Jurkovic y Adrián Fernández, Eduardo Cadarso se equivocó en el pase al pivote, Preciado se estrelló con Mijuskovic, que minutos antes le había parado un penalti a David Cadarso, empate del Torrelavega, un nuevo error riojano y Casanova que puso por delante a los cántabros a menos de un minuto. Y después de varios errores, Palomino, que se despedía del Ciudad de Logroño chocaba nuevamente con el portero montenegrino.
Una gestión desastrosa, con jugadores que no habían gozado de muchos minutos como Edu Cadarso, que también jugó sus últimos instantes como franjivino, o Josip Zaja. El Ciudad de Logroño no tenía consuelo, mientras los compañeros intentaban consolar a Palomino, que a falta de cinco segundos falló el tiro para igualar el empate. Un recuerdo que no se le borrará en mucho tiempo. Ni a él ni a nadie. Ahora, el Ciudad de Logroño está a merced de la EHF para recibir una invitación en forma de 'wild card'.
Antes de todo esto, una montaña rusa que duró seis minutos, el Ciudad de Logroño fue de más a menos. Comenzó muy fino, intenso en defensa, con la aportación nuevamente de Xoan Ledo –como en cuartos de final ante el Granollers– y certero en ataque, con Álvaro Preciado comandando la nave franjivina. Con contundencia, los riojanos cogieron las primeras rentas importantes de un encuentro que iba a tener altibajos.
Con el pie pisando el acelerador a fondo, a los pocos minutos el central gallego ponía a los suyos 6-2, lo que obligó a Álex Mozas a solicitar su primer tiempo muerto. David Cadarso, más errático que de costumbre, y Roly Uríos ponía las cosas 8-2 en el minuto 12, la mayor renta de los franjivino. Sin embargo, las cosas iban a cambiar drásticamente para los de Velasco, porque el Torrelavega se volvió a meter en el encuentro con un parcial demoledor de 7-1, con un tanto de Czaplinski a la contra que igualaba el marcador (9-9). Por aquel entonces, el Ciudad de Logroño no tomaba malas decisiones, pero fallaba demasiado en los tiros.
Velasco paró el tiempo, El Korchi se hizo con el timón del equipo logroñés y pese a ser un partido igualado (Torrelavega se hizo con el control del marcador de manera efímera), jugó bien el equipo franjivino. Pero ambos equipos no se gustan y las chispas saltaron a poco de concluir el primer tiempo, primero con una discusión entre el exfranjivino Pablo Paredes con El Korchi, y luego con otro ex, Javi Muñoz, con algunos jugadores riojanos. Con los nervios a flor de piel se llegó al descanso con másxima igualdad (15-15).
La segunda parte se jugó en cámara lenta, como una partida de ajedrez en la que el Ciudad de Logroño siempre estuvo al frente con rentas mínimas. Y en el tramo final, como tantas veces, el conjunto cogió una ventaja de cuatro goles.
Pero a partir de entonces llegó el desastre para el Ciudad de Logroño en los últimos seis minutos de una gran temporada pero que acabó desembocando en un apoteosis trágico con el Torrelavega celebrando el 28-29.
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