Jesús Calleja (i), en el helicóptero que le lleva de pueblo en pueblo de la España rural para su programa 'Volando voy' Mediaset

Jesús Calleja

Aventurero y presentador de televisión
«Se nos olvida que este país lo ha sostenido la gente de los pueblos»

El leonés lleva este jueves el helicóptero de 'Volando voy, volando vengo', formato que presenta en Telecinco, al concejo asturiano de Llanera

J. Moreno

Jueves, 7 de agosto 2025, 00:27

Dice al aventurero Jesús Calleja (Fresno de la Vega, León, 60 años) que no había llorado tanto en televisión como con 'Volando voy, volando vengo', el programa de Telecinco (los jueves a las 23:00 horas) con el que recorre los pueblos para escuchar y ayudar a una población que, en ocasiones, se siente desatendida por las administraciones públicas. En la nueva entrega de este programa, el helicóptero que pilota el presentador llega al Concejo de Llanera, una zona rural en Asturias.

Publicidad

-¿Cómo os recibe la gente en sus pueblos?

-No te hablan de sus penalidades, sino que te dan las gracias por estar allí. En Sot de Chera (uno de los pueblos valencianos más castigados por la dana) nos emocionaron mucho. El 'gracias por estar aquí' les salía del alma. Hacemos una tele muy a flor de piel y muy necesaria, que habla de solidaridad, de cómo resuelve la gente las cosas cuando se une. Hablamos de lugares que no están en el foco; pueblos que no pintan nada, pero que también son de este país. Y parece que la parte rural se ha olvidado por completo.

-¿Cree que España se ha olvidado de sus pueblos?

-Se nos olvida que hasta hace no mucho, hace tan solo una generación, los pueblos dieron de comer a las ciudades. No te voy a contar en la posguerra. Y ahora la ruralización hace que vayamos al supermercado y tengamos de todo lo que viene de cualquier lado, pero el país lo han sostenido los ganaderos, los agricultores, la gente de los pueblos. Y ahora se convierte en el refugio donde la gente mayor queda allí, y muchas veces no tienen ni lo mínimo para que les atienden, ni para que les cuiden. No podemos dejar que esta cultura y estas tradiciones que nos dieron desaparezcan.

-¿Y cuáles son las demandas de sus vecinos?

-Las quejas principales son que se cierran los colegios, se cierran los dispensarios de atención de salud. Se va cerrando todo porque ya no hay gente joven, entonces va quedándose como en un lugar donde vives la jubilación, el que apuesta por quedarse en el pueblo, porque muchas veces la gente mayor acaban con los hijos en las ciudades, enterrados en un lugar que no les pertenece, donde no son felices. Porque no hay manera, porque necesitan cuidar a lo mejor a los nietos y también hace falta que les cuiden a ellos y no es así. Si tú has nacido en tu pueblo, ¿por qué tienes que irte de tu pueblo si tú quieres vivir allí? Hay unas carencias sociales enormes en los pueblos. Algunas escuelas que existían se han cerrado y ahora todo se convierte en centros de interpretación de cómo era la vida en el pueblo. No debemos dejar de morir nunca el mundo rural, creo que debemos de preservarlo un poco mejor.

-¿Por qué cree que la gente se abre tanto con usted?

Publicidad

-Esas razones a lo mejor deberías de preguntarle a la persona, pero con honestidad absoluta te diré que yo soy de pueblo. Llevo en mi casa de pueblo 37 años. ¿Me he podido hacer una casa en otro sitio? Sí, pero he reformado la que tenía y me he quedado en el pueblo. Mis amigos son los de siempre y no pienso cambiarlos. Vivo en León, no tengo ninguna casa en ninguna ciudad. Conozco muy bien el mundo rural, he visto cómo eran los pueblos antes, cómo son ahora, cómo van decayendo, Estoy muy integrado dentro del mundo rural, y creo que eso genera empatía con el que te habla. Yo no trabajo con guionista, jamás me he puesto un pinganillo en mi vida. Cuando hablo con esa persona ni siquiera sé qué le voy a preguntar ni qué va a pasar, simplemente voy a ver a un vecino que me cuente qué es lo que ha pasado.

-En este formato tiene un helicóptero más grande.

-A este lo he llamado estudio volador, el anterior era como una especie de confesionario. El nuevo tiene seis plazas, caben las cámaras y se pueden hacer entrevistas. Al ser más grande la gente se siente más cómoda y las conversaciones fluyen. Se produce una magia que hace que una entrevista sea algo más, porque además algunos se montan por primera vez en un helicóptero y sale la sinceridad.

Publicidad

-¿Qué planes tiene para este verano?

-Ver a mis padres, ver a mis amigos, pero cosas sencillas. Yo soy feliz con las cosas sencillas, estando en el monte con mis amigos, en la huerta o jugando con los perros. Es lo que más añoro cuando estoy fuera, que tenemos ya bastante vorágine de trabajo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad