Que 25 años no es nada...

Que un medio de comunicación cumpla 25 años es una noticia extraordinaria de la que debe felicitarse, fundamentalmente, la ciudadanía. Que una televisión local y regional lo haga es casi un milagro en unos años en los que los medios audiovisuales han encadenado una crisis con otra. Quizá la cercanía a la sociedad y el arraigo a los asuntos que afectan y que interesan a las personas sean algunas de las claves de este aniversario.

Cuando TVR empezó su andadura, Rafael Moneo recibió el encargo de diseñar sus 'palazzinas' en el solar del antiguo cuartel de artillería, entonces un gran aparcamiento de coches en la zona oeste de Logroño. María Dolores Pradera y Carlos Cano ofrecieron el concierto de inauguración del nuevo Paseo del Espolón. La Casa de las Ciencias abría sus puertas al otro lado del Ebro. Javier Cámara protagonizaba la serie«7 vidas». Enrique Morente presentaba con Lagartija Nick «Omega» en el Festival Actual. El Club Deportivo Logroñés jugaba en Segunda División bajo la batuta deMarco Antonio Boronat en el campo de fútbol Las Gaunas (el mítico). No existían las redes sociales ni Riojafórum ni la pista de hielo. El tren atravesaba Logroño y paraba en la antigua estación de avenida Lobete. El periódico costaba 125 pesetas y un café, 80.

Anda que no hemos cambiado… TVR nació y España se incorporó al euro, Raúl goleaba y los Premios Príncipe de Asturias reconocían la labor de Cáritas Española, del arquitecto Santiago Calatrava, del astronauta Pedro Duque o del escritor Günter Grass, Premio Nobel de Literatura también en el 99.

ETA seguía siendo nuestra peor pesadilla. En Estados Unidos los tiroteos en los institutos estaban a la orden del día. En las ciudades, según la OMS, el humo de los coches ya causaba el doble de muertos que los accidentes de tráfico y la Unión Europea se preguntaba qué hacer con los gases de efecto invernadero. Y en las portadas, refugiados albanokosovares cruzaban fronteras con rostros llenos de dolor. ¿De verdad el mundo ha cambiado?

Larga vida a TVR y, sobre todo, a sus profesionales. El periodismo es un bien necesario.

* Estela Etayo es periodista.

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