«Se nos ha tratado de forma marginal y con desprecio»

Profesionales de las artes escénicas riojanas tratan de organizarse para pedir medidas concretas de apoyo al sector, severameente castigados por la crisis del coronavirus y desoídos hasta ahora por las administraciones. La actriz Begoña González Hidalgo, miembro de la junta directiva de la Asociación de Compañías Profesionales de La Rioja (Aescena), pide ser tratados como un sector económico más y expone diversas líneas de ayuda específicas y urgentes. Porque hasta ahora, tal como lamenta, se les ha tratado «de forma marginal y con desprecio».

- ¿Cómo te está afectando profesionalmente esta crisis?

- He tenido que paralizar toda mi actividad relacionada con mi profesión en las artes escénicas a través de mis compañías Peloponeso Teatro y La Cocina de los Cuentos de Membrillo, todos los trabajos contratados que tenía en esta comunidad y en otras comunidades, en marzo, abril y mayo se han cancelado o se han cambiado sus fechas a otoño. En cuanto a los posibles espectáculos que tenía por contratar para verano en fiestas, han quedado paralizados. Lo único que mantengo son mis clases como profesora de clown en la UPL de forma adaptada y con contactos 'online'. Como empresa de espectáculos y artista autónoma me he acogido a la ayuda por cese de actividad durante el estado de alarma.

- ¿Qué papel dirías que está jugando la cultura en estas semanas?

-Creo que desde el mundo de la cultura, hemos sido solidarios desde el primer día de confinamiento en las redes de forma voluntaria, aportando nuestra creatividad como granito de arena con el fin de nutrir el espíritu de la gente y combatir la ansiedad que provoca está situación. Porque como decía Lorca, dadme medio pan y un libro. No solo de pan vive el hombre, ni la mujer.

La Música, el cine, los libros… nos están acompañando más que nunca en nuestros hogares, incluso podemos ver teatro, circo, magia, danza, museos… a través de las plataformas que se han abierto gratuitamente para poder acceder a la cultura en estos días.

En mi caso, desde la segunda semana de confinamiento desde la página de La Canica Roja he querido hacer mi aportación a las familias con niños preparándome un repertorio de cuentos para contar cada día en las redes. Así como grabaciones de cortos relacionados con el confinamiento con compañeros del sector cada uno desde su casa.

-¿Qué opinas de la postura del Gobierno hacia el sector?

-Mi opinión es que las palabras del ministro de Cultura al sector ante las medidas urgentes planteadas han sido totalmente desafortunadas, no ha habido escucha, ni empatía al respecto, ni asertividad. Se nos ha tratado de forma marginal y con desprecio, juzgándonos de poco solidarios, sin embargo, ahí estamos con todo nuestro amor y pasión por la cultura con nuestras aportaciones cada día. Pero somos un sector profesional como cualquier otro, una industria que necesita de medidas específicas y urgentes adaptadas a nuestras características y condiciones laborales, como lo necesita el sector de la construcción, el sector turístico y tantos y tantos otros en este momento.

Porque el área de la Cultura no puede quedar vacía de contenido y medidas. Ocupamos un lugar en la sociedad. Quizás los artistas estemos demasiado habituados a la supervivencia, a mantenernos en la cuerda floja, a ser funambulistas del arte, y claro, tenemos a los políticos mal acostumbrados en este país. Nos reinventaremos, no desapareceremos, porque nuestra necesidad artística nos mueve, pero necesitamos el impulso y la inyección política por parte del Ministerio de Cultura y de las consejerías de Cultura de cada Comunidad Autónoma.

-¿Qué medidas pides?

-En estos momentos desde Aescena precisamente estamos reflexionando al respecto y queremos hacer nuestra aportación constructiva, por lo que estamos elaborando una propuesta de medidas para solicitar a la Dirección de Cultura de esta Comunidad, para todo el sector. Lo fundamental en estos momentos es que se considere la cultura como patrimonio del país y como plataforma y alimento de una sociedad desarrollada, critica y libre. A partir de ahí vendrá todo lo concreto como:

Puesta en marcha por parte del Gobierno Central en colaboración con las comunidades autónomas y ayuntamientos una línea de ayudas extraordinaria de apoyo estructural para las compañías profesionales y artistas del sector, no solo durante el estado de alarma sino a largo plazo, ya que la recuperación del sector no se va a dar con el cese del confinamiento, sino que se necesitará de una reactivación del público para que vuelva a ocupar las salas de teatro, cine…etcétera, en la medida en que la sociedad se vaya rehabilitando de los efectos de la pandemia.

Realización de campañas institucionales de comunicación y sensibilización para la reactivación del consumo teatral y cultural a nivel nacional y en la región, cuando se pueda reiniciar la actividad

Que los presupuestos destinados a la cultura, y que no se han gastado debido a la suspensión de la actividad, se destinen al ejercicio del 2020. Ya sea incrementando los presupuestos de las programaciones ya pensadas o creando nuevas para poder ofrecer trabajo a los artistas de diferentes disciplinas.

Que el Gobierno estatal, la Comunidad de La Rioja y ayuntamientos de la comunidad reprogramen las actuaciones, exposiciones, actividades culturales en general que se tuvieron que suspender a causa de esta situación de crisis. Pero que esta reprogramación no sustituya a las habituales de otoño, aumentando las fechas de programación si fuera necesario.

-¿Alguna conclusión personal?

-Ójala esta situación nos haga reflexionar sobre la necesidad de aprender a vivir no sometiendo, ni explotando al planeta, ni a otros seres humanos que en él habitan. Cada día intento convocar a la vida con belleza y creatividad, me protejo de las críticas destructivas del momento y las energías contaminantes, el gran hallazgo de esta situación es que nos necesitamos. Sigo creyendo en la creatividad del ser humano para ser constructivo. Este es un momento revelador, escuchémoslo. Más que nunca estaremos preparados para salir a la vida y decirle gracias.