Karina Sainz Borgo | Escritora y periodista
«Yo no puedo entender el mundo si no lo pongo por escrito. Es lo único que sé hacer»Futuro en español ·
La autora venezolana participa el miércoles en el primer debate del foro organizado por Diario LA RIOJA y VocentoKarina Sainz Borgo (Caracas, 1982) se vino a vivir a España con 24 años. Aquí trabaja como periodista especializada en temas culturales en ABC, Zenda ... y Onda Cero; aquí ha escrito tres novelas, tres libros de crónicas y un sinfín de columnas, lúcidas y comprometidas. Y aunque aquí goza de respeto y reconocimiento, renuncia a toda patria que no sea la de las palabras.
Publicidad
– Nos visita el próximo miércoles en la apertura de Futuro en Español, foro en el que intervendrá en una mesa redonda sobre 'El valor de la lengua'. Así, a bote pronto, ¿qué valor priorizaría del español?
– El español es la gran patria de más de 500 millones de hablantes. Hasta un exilado que no puede volver a su país, como el nicaragüense Sergio Ramírez (Premio Cervantes), puede habitar la lengua; le podrán quitar la nacionalidad, pero no la lengua. El español es una de las alfombras de belleza más grandes que hay, y cuando hablo de alfombra es porque cubre un espectro enorme de países, culturas... y también genera muchísimos otros vasos comunicantes. Para mí el español es la gran patria y lo será siempre.
– La gran patria y un gran puente de conexión entre América Latina y España. Sin embargo, usted duda de ese nexo; duda de que nos conozcamos y entendamos lo suficiente.
– Tengo la sensación de que hay una relación incompleta. A pesar de que tenemos más de cinco siglos de una relación cultural, lingüística, política... hay un corredor entre América Latina y España que no termina de despejarse, y ocurre en ambas direcciones. Hay determinadas cosas que desconocemos los unos de los otros. Por ejemplo, la literatura española del siglo XX es muy poco leída en Hispanoamérica (pone el ejemplo de Juan Marsé e incluso de Galdós) y esto es una de las cosas que nos impiden conocer muchos de los procesos culturales y lingüísticos. Hay una rueda que no termina de girar por completo.
Publicidad
-
Futuro en español Información e inscripciones
– ¿Qué palo impide el giro de esa rueda?
– Siempre digo que si Emmanuel Macron tuviera un idioma que hablan más de 500 millones de personas, todo el mundo estaría recitando 'El misántropo' de Molière. En otras políticas culturales hay una noción mucho más completa del poder de cohesión que tiene una lengua, que es lo que nos ha faltado. Creo que la Real Academia Española ha hecho un trabajo maravilloso con todas las academias americanas y, sin embargo, el Instituto Cervantes podría hacer mucho más en ese sentido. El Instituto Cervantes se distrae con las lenguas oficiales y dando visibilidad a lenguajes que son muy importantes, pero que no irrigan ni tienen la penetración cultural y política del español.
– Dice que nuestra literatura contemporánea no se lee lo suficiente en América Latina y, sin embargo, España asimila muy bien las voces no autóctonas, de autores de ultramar como usted.
– Cuando hablaba de desconocimiento de la literatura española me refería a los clásicos del siglo XX. Ahora hay un fenómeno reciente de autores como Vila-Matas, Arturo Pérez-Reverte, Javier Marías, Almudena Grandes, Rosa Montero... que son absolutamente apreciados y valorados al otro lado del Atlántico. Y aunque no se puede atribuir algo a una sola persona, el editor Claudio López Lamadrid fue el que hizo que en España se leyera a Sergio Pitol, por ejemplo, y que Vila-Matas fuera leído en América Latina. También está ahí la política de publicación de Jorge Herralde y el propio Premio Herralde. En los últimos 20-25 años se han creado unas estructuras que han permitido esta comunicación entre ambos continentes. Roberto Bolaño es una gran expresión de este fenómeno.
Publicidad
– Desde que trabaja en prensa en nuestro país dice que su español se ha vuelto mucho más neutro, poderoso y elegante. Eso no deja en buen lugar su habla original.
– Yo no desmerezco en absoluto mi acento ni mis palabras, pero es verdad que su campo de incidencia es mucho más restrictivo. Yo me siento muy fuerte desde que escribo en castellano porque dispongo de muchas más palabras para comunicarme y para embellecer, contar y conmover.
– Y cuando escribe cabalga entre la realidad de sus artículos y la ficción de sus libros (el último, 'La isla del doctor Schubert'). ¿Con qué montura se encuentra más libre, más cómoda?
– Son dos velocidades con dos propósitos distintos. Yo necesito hacerme entender y ser muy clara cuando voy a defender una idea en una columna, cuando hago la entradilla de una entrevista o una reseña. En la ficción, sin embargo, puedo jugar con el maravilloso territorio de la ambigüedad. Últimamente me estoy dedicando a hacer cosas como bestiarios, donde cojo la realidad con pinzas, y relatos de humor en 'Historias anticlimáticas', donde parodio la realidad, y me encanta.
Publicidad
«En nuestras políticas culturales ha faltado una noción mucho más completa del poder de cohesión que tiene una lengua»
«Prefiero mirarla con recelo, con mucho recelo. El camino de pereza que abre me preocupa seriamente»
– En el marco de Futuro en Español también se hablará de Inteligencia Artificial. ¿Ha experimentado con ella en alguno de sus textos o columnas?
– Sí, los compañeros de la sección de Cultura crearon un obituario con el estilo de alguno de nosotros, y nos dimos cuenta de que metía cosas básicas pero no era capaz de ensamblar eso. El asunto es que la Inteligencia Artificial aprende y cuantas más conexiones haga mejor va a escribir. Yo, la verdad, prefiero mirarla con recelo, con mucho recelo. Entiendo que quizá pueda servir, por ejemplo, para subir inmediatamente a la web la noticia del fallecimiento de un conocido escritor, pero el camino de pereza que abre me preocupa seriamente. Hace unos días Meryl Streep dijo algo que me pareció brillante cuando habló de la Inteligencia Artificial y los actores; dijo que tenemos que volver al teatro, donde un grupo de personas le cuenta historias a otro grupo de personas. Y eso es extrapolable a muchos aspectos. Cómo se va a hacer el periodismo en el futuro es una gran pregunta.
– Prioriza su trabajo, la escritura, sobre todas las cosas; sobre la familia e incluso el territorio. ¿Las palabras son cimientos suficientemente sólidos para sustentar una vida?
– Sí, yo sin palabras me muero. Yo no puedo entender el mundo si no lo pongo por escrito y, honestamente, es lo único que sé hacer.
Publicidad
– Palabras para entender el mundo. ¿Y para cambiarlo?
– Eso ya es muy ambicioso. Las palabras son muy poderosas, desatan y derrumban un montón de cosas (habla del peso del lenguaje en los fascismos). Mi único patriotismo son las palabras.
¡Oferta especial!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión