El artista logroñés Pepe Viyuela durante la intervención 'El busto es mío', en el Museo de La Rioja. Justo Rodríguez

El payaso Viyuela ante el Viyuela de escayola

Pepe Viyuela dialoga con su propio busto, modelado por Alberto Ruiz de Mendoza para la exposición 'En La rioja nací', y agradece este retrato en escayola con una íntima y deliciosa actuación en el Museo de La Rioja, en el marco de Actual 2025

Jueves, 2 de enero 2025, 16:10

En su condición de payaso (tiene otras muchas) ha pasado este jueves Pepe Viyuela por el festival Actual para conocer y agradecer el busto ... que le ha realizado el escultor logroñés Alberto Ruiz de Mendoza, y que acaba de incorporarse a la exposición 'En La Rioja nací' junto a los de otras personalidades riojanas como Pepe Blanco, Lucrecia Arana, María Lejárraga o Rafael Azcona. Un busto que se expone en el Museo de La Rioja hasta el 26 de enero y con el que el actor logroñés ha dialogado de tú a tú durante su intervención artística 'El busto es mío', creada para la ocasión.

Publicidad

Con su sosia de risueño gesto y pícara mirada, modelado en escayola y cubierto con una pátina de arcilla, Viyuela ha conversado e intercambiado carantoñas. Y desde el humor y la verdad que encierra el alma del payaso, le ha dirigido palabras sinceras, reflexiones y también crítica, todo ello tamizado por el humor y la aparente inocencia del bufón.

El actor se ha presentado ante el público con su amplio traje de cuadros, sus calcetines de rayas, sus zapatones y la maleta donde guardaba una arrugada chuleta, la de su discurso, que encabezó con un guiño a Gloria Fuertes: «Querido busto mío, que 'busto' me da conocerte, y que susto me dio recibirte...».

A partir de ahí, pequeñas pero valiosas píldoras a modo de reflexión sobre la persona y el personaje; sobre el silencio por respuesta, como el de la Administración; sobre lo que nos dicen las cosas: «Hablan las cosas artísticas, un tenedor, las cloacas... hasta las del Estado. Todo habla, pero hay que saber interpretarlo». ¿Dónde miráis los bustos?, pregunta a su réplica en escayola, que no es otras cosa que una cabeza cercenada, «como Robespierre o María Antonieta. ¡Esto es una revolución!».

Publicidad

Risas, silencios, dudas, culpas... de todo provocó el discurso de Viyuela ante su propio busto, al que acabó ajustando una roja nariz de payaso para ofrecer su último y clásico sketch de la escalera y la guitarra. Y aunque no llegó a interpretar la canción esperada, sonaron entonces las carcajadas más estentóreas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad