Mastodonte, a bailar como animales

Que rule el tequila, vuelve Asier Etxeandía. Diez años después de aquella borrachera musical y escénica que fue 'El intérprete', el extraordinario y aclamado show en el que el actor y cantante vasco contaba su vida a través de grandes éxitos de la canción popular de todos los géneros y estilos, llega Mastodonte al Festival de Teatro de Logroño (este viernes, en el Bretón, a las 20.00 horas). El grupo que formó junto al napolitano Enrico Barbaro en 2018 con un disco homónimo se presenta ahora con 'Belleza y perdón', un espectáculo que funciona también como terapia colectiva.

«Es un disco y un show bastante confesional y como de autoayuda –explica el artista–. Creo que hemos escrito lo que nosotros mismos necesitábamos escuchar, algo balsámico para nosotros y lo que necesitábamos bailar para estar bien. Ya que no somos aceptados en este mundo de la música, pues es que da igual, vamos a contar lo que nos dé la gana».

Mastodonte es el proyecto de Asier Etxeandía (voz) y Enrico Barbaro (bajos y sintetizadores), que ya la ecompañaba al contrabajo en 'El intérprete'. La banda actual la completan Pino Robereto (batería), Iván Prada (guitarra eléctrica) y Domi Oliver (piano, percusión, batería electrónica, saxo y guitarra acústica). Un quintento con muchas tablas.

Mastodonte «es un concepto con mucha energía», dice Asier. «Tiene que ver con la sociedad que nos ahoga, con el síndrome del impostor, con la felicidad buscada, con el perdón... Todos arrastramos nuestro mastodonte, una carga que huele mal, llena de ignorancia, prejuicios, miedos...»

Su primer álbum, producido por ellos mismos, era «un trabajo conceptual sobre la vida, un disco muy barroco que te hace bailar desde las entrañas». 'Belleza y perdón' sigue el mismo camino pero con un rollo trascendental y un directo muy físico.

«Es un viaje confesional de templos sagrados y alabanzas a la vida, de revolución y preguntas, de canciones como monólogos y música como terapia. Mensajes místicos y paganos, ritmos y armonías sagradas. Usando el contacto con el público para brillar más y que su energía sacuda los corazones». Ya solo falta la botella de José Cuervo rulando por la platea. Y, a bailar.

Temas

• Teatros