'Amada Carlota', la novela más arriesgada de Marta Robles

Marta Robles regresó este lunes a Logroño de la mano del Aula de Cultura de Diario LA RIOJA, en esta ocasión con 'Amada Carlota', novela atravesada por el suspense, la crítica social y las sombras del franquismo en un caso de bebés robados. Robles, que en periodismo ha sido de todo «menos corresponsal de guerra», en la escritura ha abordado distintos géneros y ahora regresa con la cuarta entrega de la saga de novelas del detective Roures.

En una charla con el periodista y escritor Carlos Aganzo en el Centro Ibercaja La Rioja, la autora del libro explicó que se trata de su novela «más arriegada», por una parte porque coloca a su personaje, el curtido detective Roures, en una tesitura en la que debe desnudar sus sentimientos, lo hace «más humano». Por un lado, afronta una infidelidad de su pareja, la jueza Carlota Aguado, que ha mantenido relaciones sexuales con otra mujer, pero ella no siente que deba justificarse por ello, puesto que no habían pactado nada en ese terreno y no ha habido, por tanto, deslealtad. Por otro lado, debe investigar un caso de bebés robados que afecta muy directamente a Carlota y, a la vez, otro caso en el que alguien muy cercano a él va a correr un grave peligro.

Pero la novela también es arriesgada en su estructura, ya que alterna tres espacios temporales (años sesenta, años ochenta y la actualidad en 2019, justo en el año previo a la pandemia, para que una situación tan condicionante no interfiriera en la trama). Esos tres planos temportales permiten a la autora exponer cómo el concepto de honra siempre ha pesado en contra de las mujeres, incluso ahora, aunque sea de una forma distinta a cómo lo hacía en la época de represión franquista y en las primeras décadas de la democracia.

Aunque el robo y entrega forzosa de bebés es una penosa y contrastada realidad que atraviesa de parte a parte la trama, Marta Robles aclara que 'Amada Carlota' «no es un tratado sobre las teorías supremacistas ideológicas y morales que sirvieron para cometer grandes tropelías» en el franquismo y en otros momentos de la historia, «no he escrito de política, sino de amor. Al final, el gran tema, de una u otra forma, siempre es el amor», afirmó la autora en el Aula en el que colabora UNIR.