Decía el admirado Claudio Rodríguez que la claridad viene del cielo y es un don. Bien pudo decirlo pensando en la poesía, que viene del ... cielo y es un don muy escaso. Llega del cielo, pero sólo se posa en quienes han trabajado intensamente el lenguaje y han profundizado en lecturas y estudios poéticos; es un don muy escaso porque sólo alcanza a los muy pocos que aúnan talento y esfuerzo incondicional. Otros, ya lo dijo el famoso escritor, se encuentran en una segunda fila «en la que estamos casi todos»; la tercera fila queda para esa mayoría de poetas de redes sociales y similares, que parecen sacados de la misma escuela de sensiblería y escasez. Por eso se agradece que, de vez en cuando, aparezca poesía singular, profunda y formalmente impecable, como la de David Pujante; poesía de primera fila.
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La Universidad de Valladolid, en su colección Licenciado Vidriera, reúne 45 años de poesía de Pujante, con el título 'Guía de perplejos (Poesía reunida, 1978-2023)', que bien pudiera referirse a la perplejidad del autor ante la vida y la belleza de ese mundo clásico, literario y artístico, que es tema recurrente en sus distintos libros, o a la perplejidad que inunda al lector ante la precisión y la serena belleza de las palabras unidas: «Agua de atardecer cobrizo intenso, / frágil lugar, cristal de la memoria. / ¿Por qué esta repentina ensoñación? / Tantos años después, vuelven a mí los puentes de Florencia, (...)».
En esta 'Guía de perplejos' se reúnen los siete libros de poemas de David Pujante, acompañados, cada uno, por otras composiciones de la época de cada poemario, hasta completar, con un erudito posfacio del profesor y escritor Díez de Revenga, casi cuatrocientas páginas de amor a la literatura.
David Pujante es Premio Dámaso Alonso, de la Academia Hispanoamericana de Buenas Letras, a la totalidad de su obra académica y poética; ha traducido a Von Platten y Pessoa; es ensayista ('El mundo en la palabra. Retórica como antídoto de necedades'), estudioso de la retórica ('Quintiliano y el estatuto retórico'); ha publicado libros sobre la estética nietzschiana, Juan Ramón Jiménez, Francisco Brines, etc. En su larga trayectoria pesan muchos sus poemarios –fue finalista del Premio Nacional de Poesía–, en los que la cultura, en toda su dimensión, se funde con la vida y da lugar a esa perplejidad de la que habla el título y que aparece en uno de los poemas: «Hacemos la poesía de a diario / –la de la carne o de letra, ¡qué más da!– / para dejar constancia / de todas las perplejidades vivas, / del viaje que nunca soñamos iniciar, y aquí tenemos (...)». Es un gozo para el espíritu leer la poesía del profesor David Pujante.
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