Garibay, a hombros entre un grupo de alfareños. L.R.
Crónica

Ignacio Garibay, por la puerta grande en la novillada

Sábado, 16 de agosto 2025, 22:26

El mexicano desorejó al segundo novillo de la tarde y salió a hombros entre un nutrido grupo de jóvenes.

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Una cuadrilla de valientes aficionados desafió ... el calor este sábado por tarde en la plaza de toros de Alfaro. Aún resonaban los ecos de los olés a la faena rota de Diego Urdiales y en los mentideros, además del tiempo, se hablaba del Torero con mayúsculas.

Del cartel anunciado con la novillada de Galbarín con Samuel Castrejón y Manuel Domínguez solo quedaba este último. El ganado que se sorteó fue de las Hermanas Azcona, de Olite, y finalmente actuó Ignacio Garibay de la escuela taurina José Cubero 'Yiyo', en sustitución de Castrejón que el día anterior pasó por el hule.

Menos mal que no faltó la banda porque sino lo de este sábado más que una novillada sin caballos, en cuanto a público, hubiera parecido un tentadero. No vale escudarse en la meteorología porque una novillada de promoción precisamente necesita eso: promoción.

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La ficha

  • Plaza de toros de Alfaro Se lidiaron cuatro novillos del hierro navarro

  • Hermanas Azcona para: Manuel Domínguez, de rosa palo y oro, silencio tras aviso y silencio tras aviso.

  • Ignacio Garibay, de grana y oro, dos orejas y silencio tras aviso.

Manuel Domínguez recibió al primero por verónicas con el compás abierto rematadas con una media. A Domínguez le costó encontrar el sitio y le faltó suavidad en los cites a un ejemplar pronto que pedía orden. Los mejores pasajes llegaron al natural con pases, de uno en uno, rematando atrás. Tuvo su talón de Aquiles con el mandoble.

Garibay recibió de capote y acabó en los medios con una larga. El novillo fue muy aquerenciado, y el mexicano se fajó con él. Trasteó por ambos lados con mucha entrega y una conexión especial con el público. Se puso entre los pitones y remató por manoletinas. Estuvo certero con la tizona y paseó dos apéndices.

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Un ramillete de verónicas, unas chicuelinas y una rebolera conformaron el recibo capotero de Manuel Domínguez al tercero. Basó su actuación en el pitón izquierdo y recetó naturales con muy buen embroque aunque le faltó un poquito de suavidad a la hora de echar los vuelos. Finiquitó la faena ayudándose por alto. Podía haber tocado pelo pero la espada, otra vez, se le atragantó al igual que la cruceta.

El cierraplaza fue el novillo más cuajado del festejo. Garibay puso sobre el albero sus buenas maneras con el capote y movió las muñecas con mucha soltura. Descalzo con la muleta y la ayuda como únicas herramientas dio inicio al trasteo ayudándose por alto. Se plantó cerca del platillo, dio sitio y, con cadencia, hilvanó naturales encajados. El de las Azcona fue pronto, tuvo fijeza y protestaba si tocaba las telas. El mexicano estuvo a punto de pasear otro trofeo pero le privaron de ello el acero y el verduguillo.

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