El pasado domingo había una fuerte competencia entre espectáculos musicales en Logroño, con un excelente ballet italiano en el Bretón, la Gala lírica de los ... premiados en el pasado Concurso Internacional de Canto Ciudad de Logroño en el Auditorio Municipal, con entrada libre, y esta Tosca en Riojafórum, además del formidable España-Alemania del mundial de Qatar, así que me resultó sorprendente la excelente entrada que hubo en Riojafórum, lo que dice mucho y bien del público riojano.
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El premio fue una espléndida velada lírica con una Tosca intensa, muy bien cantada y persuasivamente interpretada. Comencemos por el papel protagonista, la famosa cantante Floria Tosca que da nombre a la ópera y tiene constante presencia en escena los tres actos, y hay que destacar que es difícil mejorar la versión que nos ofreció la soprano de Odessa afincada en Francia, Olga Perrier, que aportó una voz luminosa con un bien dosificado dramatismo, una línea de canto admirable y una actuación teatral más que sobresaliente. Nos dejó un «Vissi d'arte» de muchos quilates. Su amado pintor Mario Cavaradossi estuvo en manos del tenor argentino Ignacio Guzmán con su bellísima voz, agudos brillantes y limpios y correcto fraseo. Superó bien el arieta en frío 'Recondita armonía' del comienzo y ofreció un estupendo 'Adios a la vida' en el tercer acto, y además fue pareja brillante de la Perrier en los dos dúos del primer y tercer acto, consiguiendo entre los dos muchos momentos resplandecientes de suprema calidad.
Completaba el trío protagonista el barítono irundarra Axier Sánchez, anunciado por megafonía en sustitución del previsto en el programa de mano para el odiado personaje del malvado barón Scarpia, despiadado y lascivo jefe de la policía romana, que completó una actuación más que notable con presencia escénica y una voz interesante, algo más ligera de lo conveniente para este siniestro personaje, incluso algo atenorada, pero bien emitida. Creo que es un cantante con buen recorrido por delante. En los papeles secundarios estuvieron muy bien los bajos Armando del Hoyo como el fugado Angelotti y Cristian Díaz como Sacristán. Algo sobreactuado el estupendo tenor cómico, habitual en el mundo de la zarzuela, Ángel Walter como Spoletta y correcto el Sciarrone del bajo Álex Guillén.
El coro, aunque muy valiente, resultó bastante raquítico -solo veinte voces- para el solemne Te Deum y la orquesta estuvo magnífica a lo largo de toda la ópera, a las órdenes del director José Escandell, que, a diferencia de anteriores visitas, controló con pulso y musicalidad volúmenes, matices y múltiples detalles expresivos que abundan en esta exquisita partitura. La presentación escénica, aunque algo casposa, me resultó mejor de lo esperado, dentro de su sencillez, permitiendo resaltar la mayoría de las situaciones que indica el libreto, incluyendo el lanzamiento final al vacío de Tosca desde las almenas del Castel Sant'Angelo. También quiero destacar el precioso vestuario de Tosca, digno de grandes teatros y muy por encima del resto de intérpretes, especialmente del coro con esos miserables hábitos raídos. Así que, quitando esos pequeños detalles, tuvimos una Tosca mucho más que apreciable, con un canto de excelente calidad y una orquesta con un espléndido sonido. Un gran disfrute, créanme.
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