«En el escenario me transformo, si me duele la cabeza se me quita todo»
Pablo Milanés | Músico y cantante ·
El trovador cubano ofrece esta tarde en Riojafórum 'Esencia', un recorrido a lo largo de sesenta años de trayectoria musical«Con una mala salud de hierro», como él mismo la define, pero con «la misma ilusión del primer día», el legendario músico y cantante ... cubano Pablo Milanés presenta hoy en Riojafórum (20.30 horas) el espectáculo 'Esencia'. Armado con su voz y su guitarra, y acompañado en el escenario por Ivonne Téllez al piano y Caridad R. Varona al chelo, Milanés resumirá una carrera musical de seis décadas trufadas de éxitos, en la que no faltarán temas como 'El breve espacio', 'Para vivir', 'Ya ves', 'Yo no te pido' o 'Yolanda', que es todo un himno para varias generaciones.
–Llega usted a Logroño con el recital titulado 'Esencia'. ¿Qué se va a encontrar el público hoy en Riojafórum?
–Hace aproximadamente dos años se me ocurrió hacer una recopilación de todas las canciones que he compuesto en el trayecto de seis décadas. El formato tuvo una gran acogida tanto en América como en Europa, lo que me empujó a prorrogarlo y a seguir con él. El recital se llama 'Esencia' y, como el mismo título confiesa, se trata de un repaso de las canciones de toda mi carrera, que se amalgaman con los nuevos temas que sigo creando, y que ahora los pongo a la consideración del público.
«Todavía tengo fuerzas e ideas para seguir cantando y componiendo y con proyectos que me ayudan a trabajar y a vivir»
Futuro
«Me quedo siempre con la música buena. Uno debe, en principio, empezar a juzgar la calidad de lo que hace»
ESTILOS
«Tengo una mala salud de hierro. Llevo veintiocho operaciones, pero sigo trabajando y divirtiéndome con los amigos y la familia»
Salud
Proyectos de futuro
–La creatividad, entonces, continúa siendo una de sus señas de identidad.
–Por supuesto. Todavía tengo fuerzas e ideas para seguir cantando y componiendo y con proyectos consecutivos que me ayudan a trabajar y a vivir. Esta ha sido mi vida durante sesenta años.
–Tiempo atrás su salud le obligó a hacer un descanso en su carrera. ¿Cómo se encuentra ahora mismo?
–¡Uf! –exclama–. Tengo una mala salud de hierro. Me defiendo, me cuido mucho. Llevo veintiocho operaciones quirúrgicas encima, pero puedo seguir trabajando, caminando, puedo seguir divirtiéndome, viendo a mis amigos, a mi familia, y estudiando trabajos y proyectos de futuro.
–¿Qué queda de aquel Pablo Milanés que comenzaba su andadura artística bajo la influencia de la música tradicional cubana?
–Estoy igualito, con el mismo entusiasmo, y subiéndome a los escenarios con la misma comunicación y esa magia que se produce cuando estoy cantando y tengo al público enfrente. Para mí, esa experiencia continúa siendo maravillosa y, en ese sentido, no ha habido cambios. Claro que en el sentido de la sabiduría personal creo que ha habido un aumento. No es lo mismo actuar a los veinte años que a los setenta y siete. Hay una gran diferencia en la emisión de voz, en la comunicación con los espectadores, en la espiritualidad... La calidad ha aumentado.
–O sea que el 'feeling', ese sentimiento musical y artístico del que fue un avanzado en Cuba, sigue funcionando entre usted y su público.
–Sí, sí. A mí me continúa ocurriendo.
La buena música
–A lo largo de su carrera ha recibido muchas influencias musicales y también ha colaborado con artistas de muy diversos estilos. ¿Con qué se quedaría?
–Me quedo con la música buena. No hay forma de catalogar lo que tiene más éxito, lo que me gusta a mí. Uno debe, en principio, empezar a juzgar la calidad de lo que hace. En ese sentido, yo he tenido mucha suerte porque me ha tocado cantar con mucha gente amiga y de extraordinaria calidad; me ha tocado cantar hermosas canciones que no son mías. Me siento muy satisfecho. No tendría elección sobre con qué o quién quedarme, sería complicado.
–Con sus 77 años y «esa mala salud de hierro», ¿de dónde sigue sacando fuerzas para subirse a cantar a un escenario y a no dejar de componer?
–Es una pregunta muy interesante. Yo tengo dos fuerzas. Tengo una fuerza cuando estoy en casa y cuando estoy con mis amigos, cuando trabajo en mi casa... Pero otra fuerza surge cuando entro a un escenario. En el escenario me transformo, soy otra persona, si tengo dolor en la pierna se me quita, si tengo dolor en la cabeza se me quita, si estoy afectado de la voz trato de encontrarme mucho mejor. Parece increíble, pero es la verdad.
–En las últimas entrevistas que he leído de usted asegura que no le gusta hablar sobre Cuba y la política. ¿Por qué?
–No. Hace ya mucho tiempo que dejé esas cuestiones. La verdad es que me parece que no merecen la pena.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión