San Asensio se empapa de clarete en su batalla

La jornada comenzó a las 11.00 horas con el reparto de los jarritos y preñaos en los soportales del Ayuntamiento con los que coger fuerzas para afrontar la futura contienda. Así, a las 12.00 horas se inició el pasacalles hacia el Barrio de las Bodegas acompañados por la charanga Doctor Pío. De esta manera, muchos participantes aguardaron al final de la cuesta a que los tractores accedieran al lugar y se acercara la hora para el comienzo.

Y así, poco antes de las 13.00 horas llegó el tractor de la Corporación municipal seguido por los miles de 'guerreros' impacientes que no pudieron contenerse para dar comienzo a la tradicional batalla.

En ese momento, las blancas vestimentas se comenzaron a teñir de morado y fueron muchos los instrumentos que se utilizaron en la contienda. No pudieron faltar los tractores que llevaron los remolques llenos de clarete, donados por las bodegas y las cooperativas locales, para convertirlos en piscinas en las que los participantes saltaron, nadaron y se sumergieron en una mañana que estuvo acompañada del calor.

Así, las armas elegidas fueron pistolas y gafas de agua, cubos llenos de clarete, sulfatadoras y un cañón de agua a presión que llenó de vino toda la calle del Barrio de las Bodegas.

En esos instantes la alegría se desató y no faltaron algunas de las canciones festivas para unir a los participantes de esta celebración en la que no hay enemigos.

Esta fiesta tampoco se la perdieron los que no querían mojarse, que disfrutaron de ella resguardados en los balcones observando el apogeo desde la tranquilidad de no acabar calados. En total, fueron unas 6.000 personas las que se congregaron en San Asensio para disfrutar de esta divertida tradición.

Se trata de una celebración declarada Fiesta de Interés Turístico Regional en 2012, que cumple su edición XLVI y que nació en 1973, cuando un grupo de amigos de la Peña El Clarete, tras una noche de fiesta, empezaron a lanzarse vino con porrones en una broma espontánea que llamaron los primeros 'claretazos'. De esta manera, lo que surgió como una travesura se ha terminado convirtiendo en una tradición multitudinaria de un municipio conocido en el mundo del vino como 'La cuna del vino clarete'.

Y así, unos cuarenta minutos después, la batalla concluyó pero no lo hizo la programación prevista para la jornada, que continuó con un pasacalles hasta la plaza Nueva seguidos por buena parte de los participantes.

A partir de ahí ya fue el momento de reponer las fuerzas perdidas en el combate, donde los asistentes disfrutaron del tradicional vermú para ir preparando el estómago. Todo ello para que después fueran partícipes de una gran degustación de paella con la que se fueron despidiendo de esta semana festiva.

Una celebración que arrancó el pasado lunes 21 de julio con los juegos infantiles de petanca y que ha contado a lo largo de los días con toros de fuego, orquestas y degustaciones. Unas jornadas repletas de diversión a las que dicen adiós desde la localidad de San Asensio.