Plasmadas en un recetario las comidas típicas del pueblo
Flor Burungiu visitó durante meses las cocinas de las abuelas emilianenses y ahora ha publicado una profusa recopilación de platos
«La comida de chup chup de aquí, de toda la vida, no puede perderse», afirma Flor Burungiu. Durante meses, esta mujer ha acompañado a ... las abuelas de San Millán en sus cocinas, sin perder ni un solo detalle de cómo se elaboran los platos que llevan décadas preparando: legumbres, guisos, postres, sobadas, asados, etc. Con todo lo que le han contado las señoras del pueblo, ha publicado recientemente un libro titulado 'Las recetas de las abuelas de San Millán', del que van ya más de 200 ejemplares vendidos, en unos pocos días, y que se puede adquirir a través de internet a un precio de 21 euros,
«La idea es que la gastronomía de San Millán se conserve, que no sea sustituida por la comida rápida, y que se pueda preservar de generación en generación», declara Burungiu. Además de pucheros, el libro ayuda a promocionar el turismo hacia el municipio emilianense, ya que incluye un apartado en el que varios chefs de restaurantes locales explican cómo elaboran algunos de sus platos más conocidos.
Como curiosidad, algunas páginas incluyen, además, un código QR, en el que las cocineras, con foto, nombre y apellidos, detallan con sus palabras la elaboración. «Yo he aportado al libro las fórmulas de la tarta de manzana reineta, trufas, conejo y setas de chopo; asimismo, he añadido recetas de mi madre y de mi tía en la sección in memoriam», cuenta Mari Carmen Dulce, una de las participantes. «Ya le he dicho a Flor que lo próximo es sacar libros de canciones y dichos populares», apostilla entre risas.
Para la autora no ha sido fácil elaborarlo. Tres meses de mucho trabajo, incluyendo la maquetación de las páginas. No obstante, asegura sentirse muy orgullosa del resultado. «Tengo pedidos hasta de México y de Francia, no esperaba tanta repercusión», manifiesta. «Después de tantos buenos ratos con la gente de San Millán ya me siento una emilianense más», sentencia Burungiu.
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