Arenzana firma un ejemplar de su último libro durante la presentación del mismo en Nájera. EUSEBIO HERVÍAS
Nájera | Txema Arenzana García, escritor

«En aquella época, los niños aprendíamos de la vida estando sueltos»

Con más de quince libros a sus espaldas, este funcionario jubilado aborda en su última obra cómo se vivía en Nájera en la década de 1950

Sábado, 2 de noviembre 2024, 08:52

José María 'Txema' Arenzana García (Nájera, 1950) trabajó toda su vida como interventor en un Ayuntamiento vasco. Ahora, ya retirado, se ha transformado en un ... prolífico escritor. Su última publicación se titula 'Testimonio de una época', y en ella repasa los años de infancia y juventud, con especial protagonismo para su ciudad natal.

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– ¿Cuándo se ha publicado 'Testimonio de una época'?

– Hace apenas unas semanas, a comienzos del mes de octubre. Estoy haciendo una gira de presentación que ya me ha llevado por Rentería, Nájera y el próximo día 6 en Logroño.

– ¿De qué trata el libro?

– Es una crónica de los primeros treinta años de mi vida, una especie de memorias. Está dividida en tres capítulos; la década de 1950, la de 1960 y la de 1970. Aproximadamente, la mitad del libro está basado en Nájera, donde viví hasta la adolescencia, que fue cuando me mandaron a estudiar fuera. ¿Y por qué una crónica de treinta años? Porque creo que aquella fue la época más torrencial de mi vida, la que me forjó como persona.

– ¿Qué recuerda de la Nájera de aquellos años?

– Recuerdo criarme en la calle Mayor, en una familia humilde. Éramos siete hermanos. Mi padre era agricultor y la familia de mi madre tenía una tienda. Había que ayudar con todo. Pensando en esa parte de mi vida, sonrío al acordarme de los juegos tradicionales que hacíamos en la ribera del Najerilla. En aquella época, los niños estábamos todo el día sueltos y así aprendíamos de la vida. A pesar de la dictadura, en ese aspecto éramos libres.

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– Tendrá mil anécdotas...

– Pues sí, por ejemplo, recuerdo que mis hermanos eran muy hábiles sacando comida del río, como truchas o cangrejos. En aquel entonces no estaba encauzado como ahora y se desbordaba todos los años. Por otra parte, casi todos los vecinos vivían en el entorno del casco viejo y las peñas. Muchos tenían animales en casas. Y mi padre y yo íbamos al corral de un pastor a limpiárselo, a cambio de que nos diese el abono. Así le salían luego las mejores hortalizas para vender en la tienda (risas). La vida ha cambiado mucho.

– ¿Y el resto del libro?

– Después de repasar la infancia, paso a la adolescencia y juventud, cuando estudié fuera. Por ejemplo, cuento cómo en los años 70 viví en la clandestinidad, porque protestaba contra Franco y había que esquivar la represión. Por eso lleva el subtítulo 'Religión, sexo y compromiso revolucionario'. Está todo ahí.

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– Por último, ¿dónde puede adquirirse 'Testimonio de una época'?

– En Nájera, en las librerías Aldonza y Mª Teresa. También a través de la editorial Piedra de Rayo.

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