El cereal tiene sed
La falta de lluvias en los últimos meses ha retrasado la evolución del trigo y otros cereales en La Rioja. Si llueve en marzo, las cosechas se salvarán, pero si no, corre peligro buena parte de la producción
El campo riojano tiene sed, especialmente el cereal. Solo las intensas lluvias de los últimos días de noviembre y primeros de diciembre salvan al agro ... riojano de una situación catastrófica. Enero y febrero han pasado sin hacer ninguna aportación hídrica, es más, las heladas han ocasionado aún más necesidad porque han horadado el suelo y le han arrebatado la poca humedad de la que disponía.
En principio, los cultivos de regadío que ahora se sembrarán no tienen porqué correr peligro porque es muy raro que en La Rioja se limite el riego (ha ocurrido en alguna ocasión de forma muy, muy excepcional) y de momento, las reservas están en cifras similares a la media de los últimos años. Sí que están amenazados los que dependen de la caída del agua de lluvia, y entre ellos, el cereal (y también las leguminosas) se encuentran en situación crítica.
De la misma forma, la sequía también afecta a los ganaderos que practican la ganadería extensiva. Los pastos cada vez escasean más y si no llueve, los existentes pueden mermarse lo que exigirá que el ganado deba alimentarse con piensos, elevando los costes de producción...
A tiempo de recuperar
El primer cereal sembrado allá por noviembre, aún sobrevive, porque las lluvias de esos días le permitieron tener agua superficial en sus primeros días de vida, y le dio tiempo a que sus raíces profundizaran y buscaran el agua más profunda, «pero el que se plantó en febrero necesita mucha agua», explica Jesús Sicilia, con cereal en el Valle del Iregua, «en la capa superficial necesita agua para empezar a desarrollarse, y no la hay. Las heladas se llevaron la poca humedad que había en superficie», comenta.
Sicilia explica que lo que se siembra pronto «suele ir a tierras en barbecho, y ahí queda humedad. Pero cuando se planta más tarde es porque esa tierra ha sido trabajada, y tras el laboreo, se ha perdido la humedad».
Este agricultor de Alberite se aferra a la 'sapiencia popular' que decía que «Cuando hay nieblas, a los tres meses hay lluvias» y recuerda esperanzado las nieblas de finales de diciembre, por lo que espera el agua en marzo: «Si llueve este mes, aún estamos a tiempo de salvar la cosecha, aunque habría que mimarla mucho, y claro sería necesario que lloviera también algo en los siguientes meses».
A pesar de sus lamentos, Jesús Sicilia reconoce que en el valle del Iregua no están tan mal como en otra zonas de la región. De hecho, él posee también fincas con frutales y algo de viñedo, y la situación ahí es diferente: «Aunque no haya agua en superficie, de momento, más abajo sí que hay porque aún se conserva lo que llovió a finales de año, y eso sirve tanto para el viñedo como para la fruta que tienen raíces más profundas».
En El Redal, donde José Mari Ruiz, tiene su explotación de cereal las cosas tampoco están bien, y si no llueve ya, van a ir a mucho peor. Este agricultor riojabajeño señala: «El verano pasado ya fue muy seco, por lo que sembramos el cereal con mucha sequía, eso hizo que ya fallara parte de la planta que habíamos sembrado. Luego, hubo un momento en el que llovió muchísimo y eso hizo en que la planta se emborrachara... y ahora, volvemos a estar en un momento en el que no cae ni una gota».
El hecho de que el cereal ya iniciara su ciclo vital con dificultades, ha encadenado los problemas porque en ningún momento ha llegado a recuperarse: «El suelo conserva la humedad para la viña, pero para el cereal que es mucho más superficial, el tiempo está siendo muy hostil», comenta José Mari.
A pesar de todo, todavía hay un hueco para ser optimista: «Si llueve en marzo, recuperaremos la cosecha, pero como lleguemos a abril sin agua, ya no habrá ninguna posibilidad», apunta. En cualquier caso, José Mari Ruiz, aclara que la situación no es nueva: «Esto, de momento, ni es extremo ni es histórico. Lleva tres meses sin llover y ya está. Esto ha pasado muchas más veces y probablemente, seguirá pasando».
El problema, según razona, es que «los días pasan, y el ciclo no avanza, y no se sabe qué hacer». Algunos agricultores, explica, apostaron por invertir y trataron sus tierras con fertilizantes y fitosanitarios, «se gastaron el dinero (y mucho, porque los ferlizantes han triplicado su precio), y ahora se encuentran que con la falta de agua, ni se han disuelto en la tierra, por lo que no hacen su efecto, ni tampoco la planta crece, así que han gastado un dinero que, de seguir así, no van a poder recuperar y lo añadirán a las pérdidas de una mala cosecha».
Puede revertir
En La Rioja Alta, Óscar Salazar –secretario general de UAGR y agricultor con fincas de cereal en Foncea– admite que «el campo está seco, pero si llueve en los próximos días se puede revertir la situación y podríamos estar hablando de una cosecha normal. Quizá no tan abundante como las de los últimos años, pero sí normal».
Salazar se muestra optimista «porque esto ya ha pasado otras veces, y aunque ahora el cereal va con retraso, se puede recuperar», pero pone el acento sobre otro aspecto de actualidad: el conflicto entre Rusia y Ucrania.
El país que ha sido atacado por las tropas rusas es uno de los principales proveedores de trigo y maíz de España. La guerra entre las dos naciones del este de Europa puede hacer que ese cereal no llegue a España y «aquí están subiendo muchos los precios de los insumos. Las cuentas hace ya tiempo que no salen y eso ha hecho que se esté dejando de cultivar cereal, ahora si no llega el que importamos o los precios se disparan, nos podemos encontrar con un serio problema de desabastecimiento en nuestro país», avisa Salazar.
«La sequía es un problema muy serio, pero porque llega unido al del alza de los precios de fertilizantes, carburantes, maquinaria... si se producen bajos rendimientos y los precios suben, los números no le salen al agricultor», insiste, «puede ocurrir que a partir de junio, en los mercados no haya cereal y tengamos que pagarlos a cualquier precio. Nuestros políticos deberían tenerlo en cuenta, es un problema muy grave de España y de la Unión Europea».
Además, otro de los problemas que se unen a los de la sequía es el de la fauna silvestre. La plaga de conejos que también amenaza seriamente a esas incipientes espigas que encuentran dificultades para evolucionar y que sirven de alimento a esos mamíferos silvestres.
La opinión de Salazar es que se debe trabajar desde los gobiernos (tanto nacionales como incluso continentales) «para que el cereal se produzca aquí y no dependamos de nadie de fuera» y argumenta: «Hay productos del campo de los que, en determinadas circunstancias de crisis, se puede llegar a prescindir, pero no es el caso del cereal porque éste es la base de la alimentación, tanto humana como animal, a través de los piensos que se le administran».
Marzo recupera las precipitaciones
Después de un mes de febrero extremadamente seco (en la zona de Alfaro no se ha registrado ni un litro por metro cuadrado en todo el mes), el de marzo recuperará el nivel normal de precipitaciones –según las previsiones que maneja el Instituto Nacional de Meteorología– si bien, hay que tener en cuenta que marzo en La Rioja es un mes relativamente seco (la media es de 26 litros por metro cuadrado). Según las previsiones, la primera semana de este mes estará en torno a la media histórica de lluvias; en la segunda, las cifras estarán por debajo; en la tercera, se volverá a recuperar la normalidad, y se situarán ligeramente por encima en la última semana, aunque desde el Instituto avisan que este tipo de previsiones a un mes vista no son del todo fiables. Lo mismo que la previsión del próximo trimestre que aunque ahora indica que estará ligeramente por debajo de la media de los últimos años, carece de fiabilidad absoluta.
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