Urquía y Sáenz piden declarar ante el juez y el PP solicita que también lo haga Varea

El Ayuntamiento de Logroño, con el PP al frente, y el Grupo Socialista, como parte personada, han recurrido el sobreseimiento de la causa de las esculturas después de que el juez dispusiese su archivo por segunda vez al entender, cada uno con sus razones, que hay que seguir con una investigación inconclusa.

El auto del Juzgado de Instrucción Número 2 de Logroño, adelantado ayer por Diario LA RIOJA, concluye que, aun desconociendo el destino de las 'estaciones de la vid', «no existen indicios para apreciar la comisión por persona concreta de un delito de apropiación indebida o estafa». Sin embargo, tanto el actual equipo de Gobierno como el único grupo de la oposición ven motivos más que suficientes para que los tribunales continúen con las pesquisas y Ayuntamiento, por un lado, y PSOE, por el otro, ya han solicitado nuevas diligencias.

Las esculturas se hicieron, tal y como han ido acreditando las distintas resoluciones judiciales y confirmaron las fotografías publicadas por este periódico, y estaban en los talleres de Nova Idea Imagen en el polígono Casablanca de Laguardia. Así, mientras los socialistas, en un recurso de reforma y subsidiario de apelación facilitado a este diario, ya pedían la semana pasada que, entre otras, el juez tomase declaración como testigos a sus concejales Vicente Urquía e Inmaculada Sáenz; hoy, el Gobierno popular pedía la comparencia en los juzgados no sólo de estos sino del exconcejal del PR Ángel Varea, todos ellos con responsabilidades en el momento en que saltaba el escándalo.

Se da la circunstancia de que, tal y como recoge el auto basándose en las declaraciones de dos de los testigos, Urquía y Sáenz mantuvieron una reunión con representantes de Nova Idea en febrero del 2011 -una vez que el PP denunció la desaparición del conjunto- a fin de que «hiciesen otras nuevas» llegándoles a ofrecer pagarles el almacenaje de las antiguas.

Dos trabajadores de la citada subcontrata dijeron ante el juez que participaron en una reunión que se producía después de que el caso saltase a la prensa y que trascendía a la opinión pública poco después, siendo el propio Urquía quien informaba de los contactos para ver cuál era el problema y la manera de solucionarlo. Y es que el entonces concejal de Hacienda nunca ha negado tal encuentro.

Nova Idea dice que Urquía les pidió que hiciesen otras piezas

«Vicente Urquía necesitaba unas esculturas nuevas de las vides y les preguntó que cuánto costaban y que en cuánto tiempo podrían fabricarlas y les dijo que les podría pagar unos 3.000 o 4.000 euros por concepto de almacenaje y posteriormente por encargos de trabajos que les harían a ellos», transcribe el juez a uno de los testigos sobre un encuentro gestado por Urquía y Varea en una empresa de Oyón de un amigo del padre de la administradora de Nova Idea.

Urquía, quien siempre ha mostrado su predisposición a declarar ante el juez pues de hecho fue él en representación del Ayuntamiento quien llevó el tema a la Fiscalía durante la pasada legislatura, solicita ahora formalmente comparecer junto a Sáenz para dar su versión de tal reunión. «El encuentro se tuvo con Nova Idea a través de un contacto intermedio, porque no querían que estuviera nadie del PR... No nos aclararon ni dónde estaban ni qué habían hecho con las esculturas, aunque nosotros lo que queríamos era que aparecieran, no que se hicieran nuevas. Nos dijeron que las tendríamos en una semana y, sin saber cómo ni por qué, no volvieron a dar señales de vida», recuerda Urquía.

Sin embargo, la normalidad que ve el socialista en la reunión contrasta con la opinión del equipo de Gobierno popular, ya que según su portavoz, Miguel Sáinz, ese ofrecimiento de encargos posteriores no deja de ser un «indicio de predisposición a prevaricar». «Prometer encargos a cambio de unas nuevas esculturas para darnos el cambiazo y arreglarlo por la puerta de atrás escurriendo el bulto habla de la escasa catadura moral de PSOE y PR+», espeta.

El PSOE repite que la empresa se comprometió a entregarlas

Urquía sostiene que no fue así, sino que al compromiso de entrega -algo negado por Nova Idea-, se llegaba tras ofrecer compensarles «vía legal» con una cantidad por el depósito de las piezas durante esos dos años y la posibilidad de seguir siendo 'invitados' a los contratos de futura adjudicación «debido a que el problema era que Jazz Group les debía dinero por otros trabajos» -declaraciones también recogidas en el auto judicial-. Una reunión «hecha pública» distinta, a su juicio, «de la mantenida por Carlos Cuevas con la empresa de donde, curiosamente, salieron las piezas».

Sáinz considera muy grave tal reencuentro pues «intentaron buscar una salida poco ortodoxa» para la situación después de que haya quedado acreditado «que se pagaran tres veces más de su coste». El concejal popular alude directamente a una misteriosa llamada en plena reunión de Urquía hablando de cantidades, si bien el propio socialista ya ha explicado que sus interlocutores no eran otros que los servicios técnicos y jurídicos municipales.

PP y PSOE sí que se ponen de acuerdo en pedir el sobreseimiento de la causa por delito de falsedad documental de tres funcionarios. Así, mientras el PP entiende que la declaración jurada no tiene rango de documento público, desde el PSOE se añade que el que hubiese problemas de oxidación no quiere decir que las piezas no estuviesen hechas, «con lo que la misma se ajustaría a la realidad».