Cárcel para una funcionaria de Justicia que pretendía estafar dinero con un DNI falso

Estaba previsto que la vista oral comenzase ayer y continuase en la jornada de hoy pero finalmente, minutos antes del juicio, la acusada, una funcionaria interina de la Administración de Justicia, se conformó con la pena rebajada por el fiscal de dos años de cárcel, diez años de inhabilitación para la función pública y una multa de 540 euros.

A la procesada, que comenzó a trabajar en los Juzgados de Logroño en 1990, se le imputaban los delitos de descubrimiento y revelación de secretos, falsificación de documento oficial e intento de estafa por una sucesión de hechos que se remontan al 12 de junio del 2009. En aquella fecha estaba destinada en el Juzgado de Primera Instancia número 6 de Logroño y, según detalla el escrito de acusación pública, «aprovechó» la amistad y confianza que tenía con varios funcionarios del Juzgado número 2 de Primera Instancia para acceder a las claves secretas de acceso a las cuentas del Juzgado que guardaba el secretario judicial en su despacho.

Gracias a las claves, continúa el relato del Ministerio Fiscal, la procesada confeccionó dos mandamientos de pago por importes de 9.154,56 y 7.431,03 euros. En ambos casos la beneficiaria era la misma mujer.

Los citados mandamientos los efectuó después de las 14.00 horas, una vez concluida la jornada laboral. Se daba la circunstancia de que esa semana, con motivo de las fiestas de San Bernabé, la jornada era reducida. Incluso muchos funcionarios se encontraban de fiesta ya que el Ministerio de Justicia les concede un día más de vacaciones a sumar a los dos oficiales por el día de La Rioja, el 9 de junio y San Bernabé, el día 11.

La acusada había conseguido previamente el DNI de la mujer beneficiaria de los mandamientos. De hecho, en una de las ocasiones en las que la víctima había acudido por motivo de trabajo a los Juzgados le sustrajo el carné de identidad y luego lo ocultó.

Acto seguido le cambió la foto al DNI y sustituyó la de la víctima por la suya propia con una peluca negra. De esta forma, el 3 de agosto del 2009 acudió con la misma peluca y unas gafas de sol a la sucursal de Banesto de Nájera y presentó para su cobro el mandamiento de pago de 9.154,56 euros con el documento falso. Precisamente el DNI levantó las sospechas del empleado, quien no llegó a entregar el dinero a la acusada.

El 30 de enero del 2009 la funcionaria de Justicia había confeccionado de la misma manera dos mandamientos de pago con cargo a un juicio ordinario del Juzgado de Primera Instancia número 2 por importes de 17.870 y 17.870,95 euros. Ambos fueron cancelados el 5 de marzo del mismo año sin que se conozca si se extendieron en papel y si se intentaron cobrar.

En los mandamientos de pago aparecía una firma que, según la Fiscalía, se correspondería con la de ella o con la de una persona con la que se puso de acuerdo para tratar de imitar la rúbrica del secretario del Juzgado, además se puso el sello del propio Juzgado.

La acusada, concluye el escrito de calificación del Ministerio Público, actuó aprovechando su relación de confianza con el secretario judicial, titular y responsable de la cuenta del Juzgado y, por tanto, víctima también de la defraudación.

Inicialmente, antes de alcanzar un acuerdo entre las partes, el fiscal imputaba a la acusada un delito de descubrimiento y revelación de secretos, otro delito continuado de falsificación de documento oficial y otro de estafa en grado de tentativa con abuso de relaciones personales entre la víctima y el defraudador sustrayendo y ocultando un documento oficial o público.

Paralelamente, la Fiscalía contemplaba la agravante de obrar con abuso de confianza en los delitos de descubrimiento de secretos y de falsedad y la agravante de disfraz en los de estafa y falsedad.

Por todos ellos reclamaba una pena de ocho años de cárcel, doce años de inhabilitación absoluta y multa de 10.200 euros.