Rosberg, el pistolero más rápido de Texas
Alonso partirá desde una decepcionante sexta posición y ya no piensa ni en el podio, y Vettel desde el 'pit lane' por cambiar de motor
DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO
Domingo, 2 de noviembre 2014, 00:59
Los Mercedes dominaron todas las sesiones de tiempos de Austin, algo que sorprende hasta cierto punto. Tanto los libres del viernes, como el del sábado como las tres tandas de clasificación, fueron los monoplazas alemanes los coparon la primera línea. Sin embargo, no estaba claro quién iba a ser el primero. Las apuestas apuntaban a Lewis Hamilton, pero Nico Rosberg mordió cuando debía y el líder del campeonato no pudo hacer nada para evitarlo. El alemán logró en la Q2 meter un órdago al conseguir batir el crono de la 'pole' de la temporada pasada, y todo apuntaba a que Hamilton iba a tener que dar lo mejor de sí para batir a su compañero, algo que no logró. El inglés erró en su último intento, mientras que el alemán se mostró intratable e incluso bajó su crono.
Sin embargo, que nadie se engañe, que nada está decidido. Hamilton fue el primer ganador de la historia de Austin saliendo también segundo, y éste es un trazado en el que confiesa sentirse más cómodo que nunca. Además, algo ha fallado en su monoplaza. En la Q1 tuvo que abortar una vuelta por un problema de vibración que le obligó a entrar a boxes, y después de la clasificación el responsable técnico del equipo, Paddy Lowe, confesó que encontraron un fallo en los frenos del monoplaza del británico: había 100ºC de diferencia de temperatura entre el disco delantero derecho y el disco delantero izquierdo. Por su parte, Nico Rosberg tiene hoy la mejor oportunidad de acabar con su fama de piloto 'blando' en carrera. Los datos hablan por sí mismos: de las ocho 'poles' anteriores que ha logrado en este 2014, sólo ha transformado dos en victorias.
Fernando Alonso partirá desde la sexta posición. No por poco sorprendente es menos decepcionante para el español, que sumido en sus pensamientos de cara al 2015, sigue deambulando con un Ferrari que sigue siendo un hierro se mire por donde se mire, y eso que según el piloto asturiano la clasificación fue mejor de lo previsto, porque se plantearon hasta el último momento colocar el sexto motor de la temporada, aunque eso implicara ser sancionados. Alonso ya no se plantea el podio o ni siquiera un buen resultado: el objetivo es, simplemente, acabar la carrera. Así están las cosas para el español.
Alegría en Sauber
El héroe del día fue Adrian Sutil. El alemán está sumido, como el equipo Sauber, en una profunda crisis y ya son muchos los que señalan a la escudería suiza como la siguiente en tener problemas similares a los de Caterham o Marussia. Austin se presentó como una oportunidad de oro para lograr la salvación, que de rebote puede suponer la renovación del propio Sutil. Logró meter su coche en la Q3, algo que no lograba desde el GP de Gran Bretaña del año pasado. Sutil saldrá noveno, beneficiado por una sanción a Button. El inglés sustituyó su caja de cambios, por lo que pierde cinco plazas, y no es el único al que la mecánica le ha castigado. Daniil Kvyat colocó en su Toro Rosso una séptima pieza de su motor, con lo que sale diez posiciones por debajo de la que su crono le debería permitir y arrancará último en la parrilla, aunque no último de la carrera. Ese puesto está reservado para un poco habitual: Sebastian Vettel.
Para ver al ganador de la cita en Austin del 2013 hay que remontarse al fondo de la parrilla. La normativa de este año es especialmente cruel con los pilotos que no han podido o sabido conservar piezas de su motor, y Vettel se ha visto obligado a cambiar toda su unidad de potencia. La ley es clara: si colocas un nuevo motor completo, sales desde el 'pit lane'. Así, Vettel se verá obligado a salir desde el fondo de la parrilla. Para evitar suspicacias, en Red Bull le pidieron salir a pista para dar una vuelta cronometrada en la Q1 y marcar un tiempo suficiente para entrar dentro del 107%. Consiguió el penúltimo crono, algo irrelevante porque saldrá desde la calle de boxes. Será, sin duda, uno de los grandes alicientes de la carrera.