«Los Juegos me deben una y me la tengo que cobrar en París»

Nacida en Madrid, pero afincada en Albelda de Iregua, Rocío García llegó a Tokio con muchísima ilusión de poder hacer un buen papel en la prueba de mountain bike. Sin embargo, la lluvia y una inoportuna caída le hicieron competir con las fuerzas mermadas: una costilla y un dedo de la mano rotos. «Son muchos años trabajando por un objetivo y todos los planes se truncaron», se lamenta. «Da mucha rabia porque hay mucha gente detrás, pero ya hay que pensar en lo siguiente», añade.

Y lo siguiente para García es avanzar en la recuperación de las lesiones sufridas en Japón. Dolencias que van a hacer que se pierda algunas de las pruebas del calendario ciclista, probablemente el Mundial entre ellas. «Es complicado llegar, pero si voy es porque estoy bien», asegura.

Todavía quedan tres años para la próxima cita olímpica, pero García París es un objetivo entre ceja y ceja. «Los Juegos me deben una y me la tengo que cobrar allí», sentencia.